Sinceramente, esperaba algún comentario.
Ayer, mientras miraba a Boca, el spot del gobierno nacional me trajo recuerdos que me remontaron a aquellos días.
Hoy es 11 de marzo.
Hace 40 años se realizaban las elecciones presidenciales que terminaban con la revolución argentina, iniciada con el golpe de Onganía en 1966.
En el 66 ya había cumplido 10 años.
En el 73, aún transitaba los 16.
Cuando asumió Cámpora, festejé mis 17: 25 de mayo.
Las imágenes de la televisión son todas familiares.
Cordobazo o viborazo, el regreso de Perón, Abal Medina, Rucci y el paraguas cuando Perón desciende del avión, Cámpora presidente.
Y esperaba algún comentario porque el 73 fue un año decisivo.
La juventud que agitaba la patria socialista, el Perón vive, el Perón o muerte, Cámpora al gobierno y Perón al poder, transitaría el camino del fracaso, que conoció varias estaciones todas igualmente dramáticas.
Cámpora gobernó 43 días.
Fue el fin de la primavera.
Coincido con que el 73 no fue sólo un año de elecciones y el fin de aquella dictadura.
Fue un acontecimiento político que trazó la línea que dividió definitivamente, los límites entre el nacionalismo burgués y las aspiraciones de las masas, de la juventud, de la clase obrera, de la intelectualidad, que emergían del ascenso revolucionario del cordobazo.
El FREJULI fue la quimera de la patria socialista.
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