jueves, 30 de julio de 2015

Las declaraciones de Aníbal Fernández

Aníbal la tiene clara.

Las declaraciones de Aníbal Fernández no hacen más que esclarecer la situación del conflicto de la 60.
Dijo:
"Esto no es la Comuna de París", ironizó Fernández, remarcando que "los trabajadores no pueden hacer lo que les antoje".
"La UTA reconoció que 600 provocan el conflicto. El resto quiere trabajar", afirmó además en relación a la protesta, en tanto que agregó que "la conciliación obligatoria vuelve todo atrás", razón por la que no entiende "que siga el conflicto".

Aníbal, representante de la patronal, vocero del kirchnerismo, observa en el conflicto de los choferes, la orientación clasista de los delegados y trabajadores que protagonizan la lucha.
No es casual que haga referencia a la Comuna de París. Ese fue el primer intento de gobierno obrero, y como sabemos, fue masacrado en las calles de París.
Fernández sabe que la experiencia de la clase obrera, su fusión con la izquierda revolucionaria, es una realidad inocultable.
El clasismo enfrenta a la patronal y a su burocracia aliada.
Fernández cuando evoca la comuna, avisa: el kirchnerismo y la patronal temen el triunfo obrero; no ahorrarán balas.
La clase obrera da pasos gigantes en el camino de la independencia política.

sábado, 25 de julio de 2015

La Turca

La turca
Corrientes y Agüero.
Gente de vereda a vereda.
A la salida del subte se angosta el camino.
Voy esquivando pibes que no alcanzan el metro y cochecitos con globos que flotan en el aire. Me tocan el brazo.
Me detengo.
No lo esperaba. Me sorprendió.
Es un instante.
Es como ver una foto vieja y no saber quién quedó estampado.
Hola, me dice. ¿Qué hacés? Cómo andás?
Rápido.
Hay que descifrar.
Veterana, mal trazada, piel curtida en la cara.
La miro y delato mi sorpresa.
No te tengo.
¿De dónde?
En un instante, repaso: ¿paciente del hospital?
¿Compañera de algún piquete, de un corte de calles de almagro?
Rastreo en el fondo a toda velocidad y nada.
¿Será de la 3 de Ezeiza? Pasaron muchos años, pero me encontré con varias de ellas, ahora tan viejas como yo.
No.
Se acaba el tiempo.
- La Turca, me dice, como ayudándome a recordar.
Ah!
La saludo por cortesía.
- Estoy bien, qué más podría decirle.
- Tengo a mi hijo internado en terapia intensiva en el hospital.
- ¿Dónde?
- En el Ramos...
-Ah.
- Y estoy sin un mango....
Me corro y la sigo relojeando.
Ella, a mí, también.
Le toco el hombro
Me corre la mirada.
- Que se mejore tu hijo.
Se despega.
Ya esta mirando a otro gil.

jueves, 23 de julio de 2015

Vida digna: el fallo de la corte

23 de julio de 2015 | Edición Impresa #1373 | 
Por Luis Trombetta
Para Prensa Obrera

Vida digna: el fallo de la Corte

El pasado 7 de julio, la Corte Suprema autorizó la "muerte digna" de Marcelo Diez, quien hace veinte años se encontraba en estado vegetativo, luego de un accidente automovilístico. Sus familiares habían solicitado que se discontinuaran la alimentación e hidratación por sondas que lo mantenían artificialmente con vida, pero a pesar de la sanción de la Ley 26.742, desde hace tres años, la Justicia neuquina, ante la intervención del Obispado local, había negado el pedido de la familia. El caso reabrió el debate sobre el tema, evidenciando que a pesar de la sanción de la ley en 2012, los pacientes y sus familiares deben realizar un largo recorrido en los tribunales por la judicialización innecesaria de los casos y la "objeción de conciencia" de los médicos, ambos impulsados desde los "comités de ética" de los hospitales, sucursales de la curia. El propio fallo de la Corte señala que la ley debe ser reglamentada para evitar la judicialización de este derecho.

La muerte digna, por otra parte, no es lo mismo que la eutanasia. La primera, legal en la Argentina y una veintena de países europeos y americanos, implica la discontinuación de tratamientos para prolongar la vida en casos de pacientes terminales, mientras que la eutanasia, hoy en día sólo legal en algunos países o Estados, implica la administración de fármacos que permitan la muerte de un paciente que, por sus padecimientos y estado crítico-terminal, elija la muerte antes que continuar sufriendo.

El encarnizamiento terapéutico

La distanasia es el encarnizamiento terapéutico u obstinación terapéutica.

Se trata de distinguir si frente a un proceso irrevocable, la intervención del médico, del equipo de salud, excede a las posibilidades reales de recuperación del individuo. Intenta prolongar artificialmente la vida, retrasando el advenimiento de la muerte inexorable.
Distinto es brindar todos los recursos necesarios y adecuados, para asistir al enfermo, no ya ante la muerte sino a lo largo de la vida.
En la organización social del capitalismo, la medicina también responde al criterio de división de las clases. Y obviamente, con mayor poder adquisitivo se accede a mejores recursos, incluyendo la salud.

Al mismo tiempo, podemos comprobar diariamente, que la salud pública está hundida en una crisis interminable, desfinanciada, carente de presupuesto que garantice la disponibilidad de tecnología sólo accesible para los sectores de mayores recursos económicos. Ni qué decir, sostenida por trabajadores explotados que enfrentan la realidad de los enfermos que anuncian sus propios destinos.
Es decir, no hay muerte digna sin vida digna.

La oposición de la Iglesia

La principal oposición a la sanción primero y luego a la aplicación de la ley de la muerte digna es la Iglesia. Al igual que con el derecho al aborto, con el que pretende controlar el cuerpo y la vida de las mujeres, la Iglesia se arroga el derecho a opinar sobre las condiciones de la muerte, más precisamente, a negarle al individuo, aún aquél que sufre y se acerca inexorablemente a la muerte, la decisión de cómo morir. La doctrina eclesiástica se opone a que los hombres decidan sobre sus propios cuerpos. Una serie de casos resonantes, como el de Eluana Englaro, en Italia, y Terri Schiavo, en los Estados Unidos, mostraron cómo la burguesía ya no considera éste punto como "irrenunciable" de su ideología, y amplios sectores han aceptado el derecho a la muerte digna, como lo muestra el avance de la legislación en el tema, sobre todo en Europa.

La salud, claro, puede ser un negocio, pero también lo puede ser la muerte. En los Estados Unidos, por ejemplo, la internación de un paciente puede acabar con cualquier economía familiar.

La vida digna

La ortotanasia o muerte digna -la actuación correcta ante la enfermedad incurable y la muerte- exige construir una sociedad sobre nuevas bases, una sociedad sin clases.

Ante la vida, mucho antes que la muerte, luchamos por la existencia. Luchamos por una sociedad de iguales, sin prerrogativas ni distinciones de clase.

No podemos evitar ni sustituir la conmoción de la muerte, pero podemos terminar con la desigualdad entre los hombres. 

lunes, 20 de julio de 2015

Ironías de la vida, en la dékada ganada

Ironías de la vida en la dékada ganada

Hace pocos días (parece un siglo), CFK dijo que las medidas económicas de Lousteau, le habían costado sangre, sudor y lágrimas.
Vamos por parte.
Evocar al reaccionario Churchill, es como festejar a Thatcher.
El premier británico era un anticomunista ferviente, contemporáneo de la revolución de Octubre.
Pero volviendo al asunto: CFK le cargó la culpa de la resolución 125 al ex ministro de economía.
Cabe destacar, que cuando a Lousteau le dijeron que había sido parte del kirchnerismo, dijo suelto de cuerpo, que sólo durante 4 meses.
Antes del balotaje, se escuchó a Ibarra decir que Larreta y Lousteau eran diferentes. Proponía junto a Cerrutti, votar a Lousteau.
No pasó mucho tiempo, para que quedaran desautorizados cuando La Cámpora señaló que impulsaban el voto en blanco, aunque también dijeron que dejaban en "libertad" a su electorado.
Por suerte, avisaron a tiempo, y muchísima gente evitó tener que solicitar un habeas corpus, exigiendo la recuperación de la dama de la venda y la balanza.
Mientras tanto, en la trinchera del PRO, se alistaban a ganar la segunda vuelta por una ventaja absoluta, en una disputa que hacía recordar a Yatasto (famoso potrillo ganador de 11 carreras en el 51), pero que terminó en un final de bandera verde, sufriendo en los últimos 100 metros, ante un rival que empujaba desde atrás y arremetía en la recta final.
Por la noche (de ayer), Mauricio evitó dar los resultados numéricos de la elección porteña, y solo atinó a festejar el triunfo.
Pasadas las primeras horas, no faltaron analistas que señalaron que si no hubiera habido un 5 % de votos en blanco, Larreta perdía la segunda vuelta.
La noche se cerró con festejos en ambos bunkers, evidencia absoluta de la coincidencia de ambas fuerzas, que ahora se votarán entre sí, en las PASO nacionales.
Si en los 90 hubo voto "cuota", estamos frente a la inauguración del voto "revuelto gramajo".
A no desesperar.
Todavía falta mucho por ver.
La interna del FPV en la Provincia de Buenos Aires, será la madre de todos los culebrones.
Feliz día del amigo, a todos y todas

jueves, 9 de julio de 2015

En el balotaje entre el PRO y ECO, yo voto en blanco

¿Tenés dudas?
Fijate.

En realidad, si pensamos que Larreta es el problema, tendríamos que explicar cómo Loustead tiene una alianza a nivel nacional con el PRO.
Ambos, Larreta (PRO) y Loustead (ECO), son variantes de un mismo "espacio" político, como ellos mismos admiten, junto a la UCR, la Coalición Cívica, el PSA y el PS.
Pero objetivamente, cualquiera de los dos, han compartido en la legislatura, las mismas posiciones.
No quiero olvidarme que el FPV también le aprobó el presupuesto de la Ciudad al PRO.
Como verán, entre bueyes, no hay cornada.
Votar en blanco es oponerse a las dos variantes del ajuste.
En este sentido, hay antecedentes suficientes en la historia reciente, para saber que el menos malo, no es bueno.
Escuhé a Ibarra (el de Cromañon), decir que para el progresismo, Larreta y Loustead no son iguales.
Hoy leo que La Cámpora esta revisando las palabras del aliado Ibarra, porque ven que si votan a Loustead, van en contra de la bajada de CFK, que dijo que el ex ministro de economía nac&pop, le había costado sangre, sudor y lágrimas.
Estamos frente a la misma fracasada disyuntiva que en su momento planteó la Alianza, solo que esta vez los K están en el FPV, los otros progres del FREPASO se dividen entre los que apoyan a Loustead y los que dudan de ir contra la Jefa que les marca el camino del proyecto, los radicales que ahora van con Carrió, aunque otros van con Macri en el interior, pero se juntan todos en ECO contra Macri (en la capital) y que en otros horizontes van con Massa... y hasta existen radicales K!, y diversos engendros que incluyen al peronismo de Santilli y Ritondo, que opera con Macri desde hace varios años.
Compañeros: la salida es por izquierda.
Ningún apoyo a los disfrazados de progres, ninguna confianza en los reciclados, todos socios de los acuerdos en busca de seguir cortando grueso, a favor de la patronal.

Neorrealismo de fin de ciclo.

Neorrealismo de fin de ciclo.

19,30 horas.
Colectivo 132 de Facultad a Plaza Miserere.
Para en la estación.
Como siempre, gente desesperada por bajar.
Se abren las puertas del medio.
Grita el colectivero: ojo con los celulares!
Los conectados a sus auriculares, siguen en su catatonismo imperturbable.
Arranca pero se detiene.
Unos que se olvidaban, demandaron bajar.
Otra vez se abran las puertas.
Descienden en fila india.
Arranca y enfila a la esquina de Rivadavia y Pueyrredón.
Dos conocidos pungas, forman ahora parte del pasaje.
Los veo.
Me parece que uno, el más petiso, es el que me amenazó con una navaja hace pocos meses.
Uno se instala detrás de una jovencita que cree que esta en Suecia, y deja su enorme cartera, colgada a su espalda, sin resguardo.
Tiene suerte (por ahora), porque el colectivo tiene espacios vacíos, y el tipo que se prepara, demora el ataque.
La piba, imperturbable, sigue en Suecia, escuchando por sus auriculares.
Un grandote, pegado a la piba, es testigo del acecho.
Pero no vayan a creer que intervendrá.
Es un mero espectador.
El otro, el petiso, ya me vio.
Hago como que miro para otro lado, pero se que esta atento.
Llego a mi destino.
Un grupo de pibes se interponen en la puerta. Pido permiso, a viva voz y me coloco en la salida.
Los presiento.
Los tengo a un costado.
El colectivo se detiene, abre sus puertas y desciendo.
Me quedo en la vereda, mirando hacia el bondi.
El de adentro me mira.
Nos miramos.
Los dos sabemos que nos estábamos controlando... con la mirada.
Arranca el colectivo con el pasaje ahora casi completo.
Alguien será la próxima víctima.
Ojo con los celulares.