Los objetivos del milenio, al borde del fracaso. No se trata de mala
conducta sexual sino del fracaso de las políticas de prevención. En los países
africanos la pobreza hace estragos, y facilita la expansión de la pandemia.
Mientras tanto, la iglesia católica combate el uso del preservativo. Las
políticas de salud para Latinoamerica y Africa se ajustan a los intereses del
capital internacional. Se inscriben en la fracasada política de Alma Ata y
continúan en los incumplidos objetivos del milenio (2015).
Luis Trombetta
La mala conducta sexual
pone en jaque la lucha contra el VIH
Si
bien bajó el número de muertes por sida, subió la cantidad de infectados en el
mundo.
THE GUARDIAN . ESPECIAL -
21/11/12
La conducta sexual de riesgo persiste en todo
el mundo y hasta aumenta en algunos países, lo que amenaza con frustrar los
intentos de detener o desacelerar la transmisión del VIH y poner fin a la
epidemia de Sida, según un informe de la
ONU difundido ayer.
Si bien la medicación que se administra a
personas con VIH salva millones de vidas y la cantidad de muertes declina, las
perspectivas de detener la expansión de la infección no son alentadoras, dice
Onusida en su informe anual con miras al día mundial del Sida, el 1º de
diciembre.
“Llegar a evitar las nuevas infecciones con
VIH exigirá una reducción sustancial por año de la transmisión sexual del
virus, que es responsable de la abrumadora mayoría de las nuevas infecciones”,
dice el informe. “El ritmo de avance actual es insuficiente para alcanzar el
objetivo global de reducir a la mitad la transmisión sexual para 2015, lo que
subraya la urgente necesidad de intensificar la acción”.
Los intentos de educar a la gente respecto del
sexo seguro y persuadirla de la conveniencia de tener menos compañeros sexuales
y de usar preservativos han tenido algún éxito en países muy afectados, tales
como Kenia, Malawi, Mozambique, Namibia, Nigeria y Zambia. A pesar de los
peligros, sin embargo, el riesgo ha experimentado un aumento en otros, en
especial en Costa de Marfil, Guyana y Ruanda. Este último país ha informado
sobre un aumento de los hombres que tienen sexo antes de los quince años y de
los hombres y mujeres que tienen múltiples compañeros. En Costa de Marfil, Uganda,
Benín y Burkina Faso ha declinado el uso de preservativos.
En veintiséis de los treinta y un países que
padecen epidemias generalizadas, menos de la mitad de las mujeres jóvenes
entiende qué es el VIH y no sabe que los preservativos pueden protegerlas. En
veintiuno de esos países, también los hombres jóvenes ignoran la situación.
Tratar de impulsar a la gente a cambiar de
conducta es una tarea difícil y complicada, admite el informe: “Comprende
conocimientos, motivaciones y decisiones que se ven influenciadas por normas
socioculturales”. También hace falta dinero. Según el informe, en los países
más afectados sólo se dedicó el 5 por ciento de los fondos para la lucha contra
el VIH a programas de cambio de conducta, comprendida la promoción del uso de
preservativos.
Evitar el nacimiento de bebés infectados con
VIH mediante el tratamiento con medicación de las mujeres embarazadas es un
importante objetivo para la prevención del Sida. Entre 2009 y 2011 se salvó de
la infección a unos 409.000 niños. El año pasado, sin embargo, nacieron 330.000
bebés con el virus, más del 90% de ellos en el Africa subsahariana. En cuatro
países –Angola, la
República Democrática de Congo, Guinea Ecuatorial y
Guinea-Bissau–, la cantidad de bebés que nacieron como VIH positivo ha aumentado.
Uno de los problemas es que las mujeres de algunas regiones no reciben
medicación antirretroviral después del parto, cuando están amamantando, lo que
contribuye a proteger tanto al bebé como a la madre. El informe destaca también
que ha habido escasas mejoras en lo relativo a la disponibilidad de
anticonceptivos para las mujeres que no quieren tener más hijos.
En la actualidad hay en el mundo 34 millones
de personas que viven con VIH, una cifra que crece a medida que la medicación
hace que más personas sigan con vida, lo que hizo que las muertes se redujeran
por quinto año consecutivo.
Si bien con lentitud, el nivel de nuevas
infecciones también descienden. El año pasado se infectaron 2,5 millones de
personas, una declinación de 20% en relación a 2001. Las cifras han
experimentado la caída más abrupta en el Caribe y el África subsahariana. Pero
al menos en nueve países –Bangladesh, Georgia, Guinea-Bissau, Indonesia,
Kazajistán, Kirguizistán, Filipinas, Moldavia y Sri Lanka, la cantidad de
nuevas infecciones fue el año pasado al menos un 25% mayor que en 2001.
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