Por Verónica Ocvirk.
Para Marcha
El gobierno de Macri recortó los
sueldos de 15.000 trabajadores sanitarios aduciendo un “error” en la aplicación
de la paritaria 2011. Furiosos con la medida, médicos, psicólogos, bioquímicos
y otros profesionales convocaron para este miércoles una jornada de protesta en
distintos hospitales de la
Ciudad.
El problema saltó a la luz
cuando, a principios de este mes, los profesionales de salud porteños se
presentaron a cobrar sus haberes de junio. El sueldo había sido depositado
puntualmente y también el aguinaldo figuraba liquidado, pero a pesar de todo
algo no estaba bien. “En realidad, por el aguinaldo, en el cajero había más
plata que el mes anterior. Sin embargo, al mirar el recibo en detalle, era
claro que habíamos cobrado de menos. Al principio pensamos que se habían
equivocado al pagar a un par de personas, pero entonces empezamos a llamar a
algunos compañeros y gente de otros hospitales y vimos que el tema era
generalizado, fue una especie de reguero de pólvora”, cuenta Laura Cortés,
vocal titular de la filial de la
Asociación de Médicos Municipales (AMM) Tornú por la Agrupación Renovar
y Participar (RyP).
Más allá de la duda inicial, los
perplejos trabajadores estaban en lo cierto. En total fueron unos 15.000 los
profesionales afectados por el recorte (entre médicos, psicólogos, bioquímicos,
trabajadores sociales), quienes recién unos días después lograron enterarse de
lo que sucedía: les habían descontado entre 1.000 y 2.500 pesos aduciendo que
desde septiembre del año pasado, y durante los últimos nueve meses, sus
salarios habían sido mal liquidados por el Ministerio de Modernización del
Gobierno de la Ciudad
de Buenos Aires, que había cometido un error en la aplicación de la paritaria
2011.
Un centenar de representantes de
distintos hospitales decidieron convocar para este miércoles una jornada de
protesta que incluye actos en esquinas como Carrillo y Brandsen (en la cercanía
del Borda, Tobar García y Moyano); Rioja y Caseros (Sardá, Penna y Muñiz);
Coronel Díaz y Santa Fe (Gutiérrez, Fernández, Rivadavia), y a las puertas de
los hospitales Piñero, Álvarez, Tornú, Durand y Argerich.
Es importante aclarar que tanto la AMM como la Federación de
Profesionales -los gremios que, en teoría, defienden a los trabajadores
afectados- no reconocen esta medida de fuerza. Ya el jueves pasado, cuando se
realizó otra jornada de protesta, la
AMM emitió un comunicado en el que justificó el recorte como
efecto de un error involuntario y calificó al paro como “no emanado de sus
cuerpos orgánicos y estatutarios”.
La situación se encuentra
trabada. Mientras desde el gobierno de Mauricio Macri reclaman ahora que se
devuelvan los haberes mal cobrados se abrió una paritaria extraordinaria en la
cual, suponen algunos, esta rebaja sería transformada en ley.
“El comunicado de la AMM es una patada que muestra
que el gremio es más un síndico del gobierno que un representante de los
trabajadores”, señaló Jorge Pachamé, del Frente de Recuperación Gremial,
durante una reunión realizada el lunes en la Legislatura. “El
peligro es que en la paritaria quieran dar un aumento para tapar lo descontado
y olvidarse de todo”, advirtió durante el mismo encuentro Mario Muñoz, delegado
general de ATE del Hospital Moyano?!. En tanto Luis Trombetta, del Muñiz,
observó que “estamos peleando contra fuerzas muy poderosas: una patronal que
tiene el sindicato a su favor”.
“Todo parece estar planificado de
antemano”, agregó Cortés. “Para empezar, el descuento surge justo después de
las elecciones de junio pasado. Pero además hasta diciembre de 2012 el recibo
del medio aguinaldo venía por separado, mientras que esta vez llegó todo junto.
También se unificaron en uno dos ítems distintos: la ‘asignación básica’ y el
‘adicional por grado’ aparecieron como ‘total básico mensual’, lo que volvió
todo más confuso. Por eso sospechamos que el gremio negoció con el Gobierno que
el descuento no se hiciera antes de las elecciones”.
Eduardo Munin, secretario general
de la AMM ,
explicó en diálogo con Marcha que “nosotros vamos a exigir solo lo
que nos corresponde”, destacando que el error “no modifica el salario acordado
por la última paritaria de mayo de 2013” . Munin aseguró que la unificación de los
ítems responde únicamente a que el recibo “tiene que simplificarse”, no
obstante reconoció que toda esta cuestión significó una “sorpresa
desagradable”. “Es fácil ponerse duro desde la oposición”, destacó Munin,
“pero nosotros tenemos que seguir negociando salarios. Y si los que se quejan
no se sienten representados, lo lamentamos, pero ganamos las últimas elecciones
por un 78% de los votos, con mayoría en 31 de los 33 hospitales porteños”.
Las dudas que aún flotan
La pregunta que sigue
sobrevolando es cómo pudo haberse pasado semejante “error”, dado que tras un
simple cálculo se supone que serían unos 230 los millones de pesos faltantes en
las arcas del Estado. “Entiendo que la actitud del gobierno de la Ciudad frente a los
trabajadores de la salud es inaudita, porque apelar a un error administrativo
después de casi un año implica reconocer su propia incapacidad para interpretar
la paritaria”, declaró Jorge Selser, presidente de la comisión de Salud de la Legislatura. “Ahora
bien: de llegarse a la conclusión de que esa paritaria estuvo mal aplicada
estaríamos hablando de una equivocación del gobierno, que entonces debería
pagar con la responsabilidad de sus funcionarios. Porque los trabajadores
tomaron compromisos en función del salario que estaban cobrando, pueden haber
sacado un crédito, o decidido cuotas alimentarias, además de que sobre esos
montos se descontó impuesto a las ganancias y una cuota sindical”, agregó.
El conflicto, desde luego, no
ocurre en un contexto aislado. Los profesionales denuncian un deterioro
edilicio, falta de insumos, recorte de guardias, desfinanciamiento de los
cargos concursados, atraso tecnológico y precarización en las condiciones de
trabajo en general, aunque especialmente en el caso de enfermeros, residentes y
concurrentes.
Otra de las patas del problema
son, finalmente, los propios médicos, en general reacios a las movilizaciones y
a cualquier muestra de conciencia gremial. “Muchas veces el médico no se siente
como un trabajador”, reconoce Guillermo Rossi, de RyP Tornú. “Por eso el gran
desafío es organizarse y recuperar los gremios para dirigencias honestas que
nos representen” concluyó.
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