El
24 de abril de 2012 la burocracia de la Asociación de Médicos Municipales festejaba el
que señalaban como el mejor convenio firmado en todo el país.
Los
números iluminaban con brillo propio: aumentos del 38 al 44% que se incorporarían
en forma progresiva y escalonada.
El
acuerdo incluía una cláusula gatillo para garantizar las correcciones de
acuerdo a la evolución de la economía.
Así
se aprueban las paritarias de la
AMM : 118 votos positivos reemplazan a los más de 10.000
médicos del Gobierno de la CABA.
El
Acta Nº 60 dejó establecidos aumentos para el 2012: “allí se define que los
incrementos tendrán un carácter no remunerativo hasta el 31 de diciembre, y que
a partir del 1 de enero del año próximo se incorporarán como sumas
remunerativas” (AMM).
“El
acta establece la incorporación del adicional remunerativo mensual (acta
paritaria 54 de 2011) a la asignación mensual primaria. Esto se concretará: el
50% a partir del 1 de septiembre y el resto a partir del 1 de noviembre”,
proyectando los resultados finales a diciembre del 2012.
En
la práctica los números que fueron presentados como excelsos, escondían en su
interior la corrosión inflacionaria.
El
Acta Nº 65 estableció un aumento de sumas fijas discriminado por categorías
(favoreciendo a los niveles más altos) en vez de aplicar un aumento porcentual
que mantuviera la estructura piramidal pero que reconociese la inflación.
Contrario
a la lógica, la burocracia relegó a las categorías que cobran salarios más
bajos.
Otra
vez los aumentos serían no remunerativos hasta diciembre de 2013.
En
octubre 2013 se aplicaría un porcentaje de incremento a cada categoría de
acuerdo a la paritaria Nº 60.
También
unifican la asignación primaria mensual y el adicional por grado.
De
un plumazo se llevan puesta la
Carrera , y anulan la Resolución 375/2006.
Lo
tragicómico es que la
Resolución 375 (31/03/06) dio paso a la modificación de la Carrera (Acta Nº 18)
consagrando la extensión horaria y el plan anual de capacitación…sin aumento
efectivo de salarios.
En
aquella negociación a la baja, Gilardi defendió el reencasillamiento que no
incluyó la deuda de 12 años sin recategorización. En noviembre/diciembre de
2005, Gilardi decía que la nueva carrera hospitalaria estaba siendo debatida y
consensuado en el conjunto de los hospitales, y en marzo de 2006 anunciaba que
“Se ha logrado efectivizar el cobro del reencasillamiento de los médicos”
(Mundo Hospitalario Nº 124)
La
modificación de la Carrera ,
el Acta 18 y la Resolución
375 fueron inconsultas.
Siete
años el Acta Nº 65 liquidó la N º
18, clandestinamente.
El
comunicado de la AMM
que fija posición frente a la quita salarial defiende el error del gobierno:
“quizá enmascarada en la complejidad de la liquidación salarial que se refleja
en los recibos correspondientes, sus numerosos ítems, multiplicidad de
descuentos y reintegros, haya hecho posible su inadvertencia por las entidades
sindicales ni tampoco por parte de ningún agente por ellas representadas, que
en ningún momento se percataron o alertaron sobre esta anomalía” (Comunicado de
la AMM ).
En
primer término esconde que el aumento salarial recientemente pactado se acordó
sobre la base de los salarios realmente percibidos, independientemente del
“error” que arrastró 8 meses, de manera que la dirigencia y el propio gobierno
admitían que la base salarial sobre la que se efectuaría el aumento era real y
se ajustaba a las necesidades de los profesionales.
Cualquier
reducción de ese salario sobre el que se realizaría la recomposición, es una rebaja
lisa y llana.
La
segunda cuestión es la modificación (otra vez inconsulta) de la Carrera : “Es en dicho mes
de junio, que por cuestiones técnico-operativas del área de liquidación de
haberes se acuerda unificar los ítems “Asignación Mensual Primaria” y
“Adicional por Grado” se pone de manifiesto el error referido” (Comunicado).
Con
total ligereza anuncian la anulación de la resolución 375, que en el 2006 fue
ovacionada por la misma burocracia.
Después
derrapan al absurdo: los que denunciamos el atropello del gobierno tenemos
motivaciones políticas.
El
final es patético: dicen que los médicos porteños somos los mejores pagos y
“sin hesitación decimos y reafirmamos que distante es el horizonte de lo que
son nuestros anhelos sobre aquello que debería componer una adecuada y justa
retribución de nuestro trabajo médico dependiente”, otra forma más literaria de
admitir que negocian a la baja y que justifican la rebaja salarial.
El
colmo de la farsa montada es afirmar que “los aumentos anunciados de alrededor
del 40% en 2012 y del 32% en 2013, no se han visto alterados por lo descripto
precedentemente”, como si la quita y la devolución de lo cobrado no modificasen
el salario real.
La
burocracia ha perdido el rumbo hace tiempo.
Los
profesionales estamos marcando un nuevo camino: con la lucha y la movilización
defenderemos nuestros salarios.
Luis
Trombetta
Hospital
Muñiz
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