En el día del amigo, los amigos de Mauricio nos dan un ingrata noticia: la inflación se acelera. El precio del pan seguirá subiendo. Los alimentos y bebidas costarán mucho más.
La misiva no fue publicada en mentideros de trasnochados agoreros.
Esta contenida y explicadas sus razones en el informe semanal que Sturze (el presi del Banco Ciudad, amigo de Mauricio) nos envía regularmente y sin anestesia.
Propongo que desde ahora se llame City Bank, que pega más que el nombre en castellano.
¿Será posible que los amigos de Mauricio (AMM - Amigos de Mauricio Macri) también lean el informe y se aviven que además de que el gobierno nos tiene que devolver la guita incautada, deberían aumentarnos el sueldo habida cuenta de los incrementos de los precios al consumidor?
Porque la cláusula "gatillo" ya se ¡disparó!
Mientras los muchachos del Ministerio de la Modernización (todos AMM) hacen cuentas para birlarnos la guita, Sturze nos avisa que tenemos que discutir un nuevo aumento.
¿O el gatillo era para suicidarse?
Parece que desde AMM, le ofrecieron a Mauri un sistema de hipnosis para 16.000 "poco amigables", que no se dejan enjaular fácilmente, pero que el mejor AMM de Mauri, les asegura que los van a meter a todos en la jaulita con una estrategia que no falla: ponerles sal en la cola.
(Entiendo. Los jóvenes no saben qué es ponerle sal en la cola a un pajarito. Es así de fácil: si el pajarito se deja poner sal en la cola...seguro que lo podés agarrar con la mano. Cosa de viejos, como muchos AMM).
Por las dudas, los AMM le avisan a los "poco amigables" que confíen (dejense poner sal en la cola) y que ni se les ocurra leer el informe de Sturze, a ver si todavía se avivan y piden más guita.
Luis Trombetta
Les dejo un pedacito de la letra de "Bien pulenta", música de D´Arienzo y Varela, con letra de Carlos Waiss (y después el informe del City)
Siempre sé tener conducta por más contra que me busquen,
aunque muchos se embalurden que soy punto pa' currar,
ando chivo con la yuta porque tengo mi rebusque
y me aguanto cualquier copo con las cartas que me dan.
No me gusta avivar giles que después se me hacen contra,
acostumbro escuchar mucho, nunca fui conversador.
Y aprendí desde purrete que el que nace calavera
no se tuerce con la mala, ni tampoco es batidor.
Puede
ver el Informe Económico Semanal del Banco Ciudad en:
El
resumen y los contenidos se presentan a continuación:
LA SEMANA EN POCAS PALABRAS
Como
se esperaba, la inflación volvió a acelerarse en junio. El Índice de Precios de
la Ciudad de Buenos Aires (IPCBA) registró una suba de 1,9% mensual, acumulando
un alza de 10,8% en el primer semestre, equivalente a un ritmo de crecimiento
anualizado del 22,8%.
En
la misma línea, según las estimaciones de ocho fuentes privadas compiladas por
el Congreso, la suba de los precios al consumidor también fue del 1,9% mensual,
superior al promedio de los cuatro meses anteriores (1,5%). En términos anuales,
la variación del IPC Congreso trepó al 23,8%, interrumpiendo la desaceleración
verificada entre febrero y mayo (23,4%).
Según
el IPCBA, los rubros con mayores aumentos durante junio fueron salud (3,4%),
fruto de la suba de los medicamentos y ajustes en las cuotas de medicina
prepaga, junto con los alimentos y bebidas no alcohólicas y los restaurantes y
hoteles (ambos con alzas del 2,7%).
Los
alimentos y bebidas volvieron al centro de la escena tras la finalización del
congelamiento de precios vigente hasta fines de mayo, el cual dio lugar a una
abrupta y generalizada suba en los precios de los supermercados, tal como
anticipamos en reportes anteriores. A lo anterior se sumó un salto del precio
interno del trigo, que disparó el valor de la harina y sus derivados. Las
panaderías denunciaron un alza del 80% en la bolsa de 50 kg. de harina, que pasó
de $150 en marzo a $270 a fines de junio, la cual presionó sobre el precio del
kilo de pan, que pasó de un promedio de $14 a $20, con un aumento superior al
40%.
Este
incremento en los precios del trigo es el resultado de las medidas tomadas para
intentar disociar la cotización local de los precios internacionales, la cual
volvió a mostrar las mismas limitaciones que los controles que pesaron sobre el
mercado de la carne en 2009. A inicios de 2007, la suba de los precios
internacionales de commodities impulsó los precios de los cultivos argentinos, a
lo que el gobierno respondió con una batería de medidas que incluyó la creación
de permisos de exportación (ROE verde), la implementación de un sistema de
compensaciones y, finalmente, el fallido intento de establecer retenciones
móviles (Resolución 125).
La
principal consecuencia de estas políticas fue una caída de los precios pagados
en el mercado local respecto a los internacionales, junto con una brusca
disminución de las hectáreas destinadas al cultivo de cereales, en especial de
trigo, que en la última campaña alcanzó la menor área sembrada en más de 100
años. Como resultado, la producción de la campaña 2012/13 de trigo fue de 9
millones de toneladas, un 38% inferior a la anterior y casi 40% menor al
promedio 2001-2008, siendo una de las más bajas de los últimos 20 años.
La
respuesta a la previsible escalada del precio del cereal fue una profundización
de las políticas que viene aplicando el gobierno nacional en materia
agropecuaria: suspensión de las exportaciones (en este caso de harina), amenaza
de la aplicación de la Ley de Abastecimiento, acuerdo con panaderos para vender
una parte del pan “Felipe” a $10 por kilo (cuya oferta resulta escasa). Este
conjunto de medidas logró aplacar transitoriamente las cotizaciones internas del
cereal a fines de junio, aunque en julio volvieron a dispararse, alcanzando
nuevos máximos (de hecho, desde el sector prevén precios altos del trigo hasta
el ingreso de la nueva campaña, a partir de diciembre).
En
julio, prevemos un nuevo incremento de los precios minoristas en torno al 2%,
que podría dar lugar a una nueva aceleración de las mediciones interanuales. A
la estacionalidad típica del mes derivada de las vacaciones de invierno
(turismo), se sumarían subas en combustibles y frutas y verduras (tomate),
además de una nueva escalada del precio pan, pese a los controles
gubernamentales.
En
suma, esta dinámica pone de manifiesto que la desaceleración de la inflación
registrada a comienzos del año era de carácter meramente transitorio,
confirmando que un cambio sostenible requiere de un reajuste integral de la
política macroeconómica.
CONTENIDOS
- Inflación: tócala de nuevo Sam (pág.2)
- La Marcha de los Mercados (pág.6)
- Estadístico (pág.8)
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