En junio de este año el PRO estaba en plena pelea con el
kirchnerismo para conservar el flujo de los fondos judiciales en el Banco
Ciudad.
Rodríguez Larreta afirmaba que estaban en riesgo miles
de créditos del Banco Ciudad por la iniciativa impulsada en el Congreso por el
kirchnerismo para retirar fondos judiciales del BCBA aunque el vicepresidente
Juan Curutchet se mostraba optimista.
Página 12 publicaba: Basteiro, de Buenos Aires para Todos,
indicó que “tiene que haber una preferencia para que la banca pública se
fortalezca. El Banco Ciudad necesita ser sostenido y alentado para esto”. En
tanto, la comunera del PSA Julieta Costa Díaz advirtió que “el Banco Ciudad es
el ente financiero oficial de la
Ciudad tal como lo establece la Constitución porteña.
No estaría mal que de vez en cuando el jefe de Gobierno la leyera”. También
planteó que la defensa del banco que hace Macri es “para la tribuna”.
En Agosto/12 el banquero K Carlos Heller señaló en Tiempo argentino que el Banco Ciudad incumple
con las prioridades de su Carta Orgánica, que otorga preferencia a la
asistencia financiera destinada a las micro, pequeñas y medianas empresas
radicadas en el área metropolitana Buenos Aires, así como a los vecinos
afincados en ella denunciando su ineficacia, en perjuicio del crecimiento del
área metropolitana
En declaraciones a Ambito
Financiero (07/08/12) el presidente del BCBA Federico Sturzenegger expresó
que la iniciativa para depositar los fondos judiciales en Banco Nación
"responde a la lógica del kirchnerismo", de búsqueda de
"recursos" para financiar el gasto público y "destruye" a
la entidad porteña.
Heller y Sturzenegger polemizan y se enfrentan en las páginas de
los diarios, con argumentos que pretenden ser presentados como enfrentados: los
privatizadores neoliberales versus los nacionales y populares que desde el
estado apoyan a las PYMES y la inversión productiva.
Puro macaneo..
Este fin de año es testigo de los acuerdos firmados en la
legislatura porteña entre los kirchneristas y el PRO, para enajenar los
terrenos públicos a favor de emprendimientos inmobiliarios que beneficiarán a
las constructoras privadas promoviendo la especulación con el valor de las tierras de la Ciudad.
Entre los proyectos que nacionales y macristas firmaron, está la
construcción del Centro Cívico (proyectado en los terrenos del hospital Borda).
Pero lo que más vamos a recordar es el tarifazo que aplicaron
Macri en la Ciudad
(ABL, impuesto inmobilirario) y Cristina en los transportes públicos de
colectivos.
Eso, sin hacer referencia a lo saqueos de supermercados!
El informe del Banco Ciudad nos anuncia que el 2012 será
recordado.
No tengo ninguna duda.
Luis Trombetta
El resumen y los contenidos se presentan a
continuación:
LA SEMANA EN POCAS PALABRAS
El año 2012 será recordado como un punto de
inflexión para la economía argentina, que tras años de acumular distorsiones y
desequilibrios, comenzó a sufrir las consecuencias. Asimismo, tras el triunfo
en las elecciones de 2011, el gobierno comenzó a impulsar una serie de
iniciativas destinadas a cambiar sustancialmente las reglas de juego de la
economía, siendo éste –quizás– el punto más destacable del año que termina.
En el frente económico, la prohibición de
acumular divisas y de girar utilidades y dividendos, el cierre progresivo de la
economía mediante trabas a las importaciones, la estatización de YPF, la
reforma de la Carta
Orgánica del Banco Central (que permitió direccionar el
crédito, pero también otorgó un amplio margen de financiamiento monetario al
Tesoro), y las nuevas regulaciones al mercado de capitales, fueron todas
medidas orientadas a imponer un modelo económico de economía cerrada y
altamente centralizada y regulada, que ya fracasó en el pasado. Este proceso de
contra-reformas es, probablemente, tan preocupante como la persistente erosión
de los fundamentos macroeconómicos y ayuda a comprender el pesimismo que pesa
sobre el empresariado local.
Las consecuencias de esta mezcla de políticas
exacerbaron los efectos contractivos de la menor cosecha y la desaceleración en
Brasil, dando lugar a una economía en recesión, con inflación en ascenso. La
brecha entre el tipo de cambio oficial y el paralelo trepó al 40%, la inversión
llegó a caer un 18% anual y las compras de equipo durable importado un 47%. La
construcción llegó a contraerse un 8% anual, las escrituraciones un 25% y los
depósitos en dólares disminuyeron más de USD 4.000 millones. En este marco, el
PIB se contrajo casi 4% entre fines de 2011 y mediados de 2012, a la vez que la
inflación se acercó al 25%.
Este escenario encontró al gobierno con pocas
herramientas contra-cíclicas por aplicar. El gasto público (28% a/a) y la base
monetaria (40% a/a) ya venían creciendo a un ritmo vertiginoso y los crecientes
recursos destinados a los subsidios obligaron a recortar otras partidas del
gasto. Asimismo, el cierre del comercio exterior no logró los efectos
expansivos esperados y terminó por complicar el funcionamiento de toda la
industria. Sin acceso al financiamiento, las provincias afrontaron un ajuste
fiscal mediante aumentos de impuestos y recortes en las obras públicas. La
inversión privada y la construcción, anteriores motores del empleo, comenzaron
a exhibir números rojos.
A pocos días de finalizar el año, los datos
marcan un rebote del nivel de actividad en la segunda mitad de 2012 (tras un
primer semestre negro), aunque sin retornar al pico previo. El IGA-OJF se
redujo 0,1% interanual en noviembre, acumulando una caída de 0,3% en lo que va
de 2012, pese a ir recortando las pérdidas en los últimos meses. El indicador
verificó un alza del 0,3% mensual, acumulando en el cuarto trimestre un
incremento cercano al 1% respecto al tercero (sin estacionalidad), que dejaría
un arrastre estadístico para el 2013 del 0,8% (es decir, el próximo año
comenzaría con un nivel de actividad casi 1% superior al promedio de 2012).
A nivel sectorial, la contracción del nivel de
actividad fue liderada en 2012 por el agro, la construcción y la industria,
experimentando esta última una caída de 0,5% interanual en noviembre según la
medición de Ferreres y una baja de 1,4% de acuerdo al EMI-INDEC.
En materia de perspectivas, aunque la mayor
cosecha esperada y cierta recuperación en Brasil podrían impulsar un rebote en
2013, un crecimiento liderado sólo por exportaciones (asociadas a factores
exógenos) podría resultar efímero. Aunque se prevén datos positivos para el año
próximo, fundamentalmente en el segundo trimestre, cuando se sienta el pleno
impacto de la cosecha en el nivel de actividad, la persistente erosión de los fundamentos
macroeconómicos podría dar lugar, posteriormente, a un nuevo estancamiento. Más
aún, el esperable impulso fiscal y monetario pre-electoral tendrá poco impacto
sobre el nivel de actividad, pero significativo en precios (inflación),
profundizando la apreciación cambiaria. Todo ello, sin contar posibles
intervenciones gubernamentales disruptivas para la economía.
En síntesis, de no mediar una paulatina
corrección de las distorsiones y desequilibrios que viene acumulando la
economía, el año 2012 será recordado como el final de un largo ciclo de
crecimiento para Argentina.
CONTENIDOS
- 2012:
un punto de inflexión (pág.2)
- La Marcha de los Mercados (pág.5)
- Estadístico
(pág.7)