El informe del Banco Ciudad
es contundente.
El décifit fiscal se
acerca a las cifras del menemismo, con la característica que en la actualidad
el rojo proviene de los subsidios para la energía y transporte para las empresas
privatizadas que han operado el vaciamiento y siguen obteniendo jugosos
dividendos a expensas de los usuarios.
El vaciamiento energético
esta a la vista: cortes de luz a mansalva, escasez de exploración de yacimientos
de gas y petróleo, aumento del precio de los combustibles derivados del petróleo,
tarifazos a los consumidores, quiebra absoluta de la red ferroviaria y sus
consecuencias más tremendas como la tragedia de la estación Once.
¿Cómo se cubre el rojo
fiscal?
Metiéndole la mano en la ANSES, transfiriendo la
deuda externa al Banco Central y también a la ANSES con la emisión de bonos que respaldan los
compromisos con los usureros internacionales, mientras las jubilaciones no
llegan a dos mil pesos y se acumulan los juicios por el reclamo de haberes
jubilatorios, que el gobierno nacional y popular demora y congela con recursos
judiciales, especulando con la vida de los jubilados.
La recaudación tributaria
aumenta al ritmo del congelamiento del mínimo no imponible para la 4ª categoría.
Los aumentos salariales se desvanecen con el impuesto al trabajo. El gobierno
controla a la vez los ajustes y acuerdos paritarios con las burocracias
sindicales que ponen topes a los acuerdos, que se pagan en cuotas y tardíamente.
La inflación emparda los
aumentos salariales.
Luis Trombetta
El resumen y los contenidos se presentan a continuación:
LA SEMANA EN POCAS PALABRAS
En la última semana se conocieron una serie de datos que
continúan señalando un deterioro de la situación fiscal, pese a cierto
repunte en la recaudación impositiva, sostenido por la falta de actualización
del mínimo no imponible del impuesto a las ganancias. Asimismo, se conocieron
nuevos datos del mercado inmobiliario y la construcción, dos actividades que
parecen no encontrar un piso.
Con un nuevo rezago respecto de su histórico calendario de
difusión, el Ministerio de Economía informó esta semana que el resultado
fiscal de octubre fue deficitario en $4.051 millones, alcanzando el mayor
rojo en lo que va de 2012. Como ya es práctica habitual, los recursos
extraordinarios provenientes de ANSES (que en el mes sumaron $3.260 millones)
resultaron determinantes para evitar un mayor déficit financiero.
Pese a que ingresos y gastos crecieron a un ritmo similar
(25%), su alineación no respondió a una moderación de las erogaciones, sino a
un efecto base de comparación, ya que en octubre se contabilizó el
crecimiento respecto del pico de gasto de las elecciones presidenciales del
año pasado. Con todo, en los primeros diez meses de 2012 el déficit
financiero trepó a $20.100 millones, cifra que más que duplica el rojo
acumulado en igual período de 2011 y que, sin los recursos extraordinarios
del BCRA y la ANSES,
habría ascendido a $40.700 millones.
Puesto en perspectiva, el déficit fiscal retornó al nivel que
presentaba a fines de los años ´90. Aún incluyendo la asistencia del BCRA y
ANSES, para el corriente año estimamos un déficit fiscal equivalente a 1,9% de
PBI, similar al promedio de la segunda mitad de la década pasada (2% del
PBI), con la diferencia de que en aquel momento resultaba preponderante el
peso de los intereses de la deuda, mientras que en la actualidad es el gasto
en subsidios el que impulsa el rojo de las cuentas públicas. El pago de
intereses representaba cerca de 2,7% del PIB hace una década y 1,9% en la
actualidad, diferencia que es más que compensada por el gasto en subsidios
económicos (3% del Producto), orientados a sostener un deficiente sistema de
energía y transporte.
Por otro lado, en noviembre volvió a acelerarse el crecimiento
de la recaudación tributaria, con un alza del 28,3%. Paradójicamente, este
dato, en principio favorable, no parece atestiguar una evolución positiva en
el costado real de la economía, si no, fundamentalmente, el efecto de la
falta de actualización del mínimo no imponible del impuesto a las ganancias,
el cual se modificó por última vez a inicios de 2011, y que va teniendo un
efecto cada vez más importante a medida que se efectivizan los aumentos
salariales pactados en las últimas paritarias (en noviembre este impuesto
explicó, por si solo, una tercera parte del incremento de la recaudación
tributaria).
Por último, la construcción cayó un 0,9% interanual en octubre,
a la vez que volvió a contraerse en la comparación mensual, acumulando una
baja de 2,5% en lo que va del 2012. La tendencia declinante de la
construcción ya ha generado la destrucción de 25.000 puestos de trabajo en el
sector y responde al virtual “parate” del mercado inmobiliario, que -según
datos del Colegio de Escribanos- presentó en octubre un derrumbe de 36% en la
cantidad de escrituraciones en la
Ciudad de Buenos Aires (-25% en los primeros 10 meses de
2012), ante las trabas para operar en dólares y la resistencia natural a
pactar operaciones en pesos.
CONTENIDOS
- Déficit Fiscal record (pág.2)
- Recaudación Tributaria:
efecto ganancias (pág.4)
- Construcción y Mercado
Inmobiliario: sin un piso (pág.6)
- Salarios: empardando la
inflación (pág.8)
- La Marcha de los Mercados (pág.9)
- Estadístico (pág.11)
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