lunes, 26 de octubre de 2015

Entre ajustadores no hay diferencias

Personalmente no veo ninguna diferencia entre Scioli y Macri.

Hay que decir la verdad: los dos van a justar a los trabajadores.
Después de 12 años de pejotismo nacional y popular, el candidato en la Pcia de Buenos aires - Aníbal Fernández, ideólogo y responsable político de la represión en el Puente Pueyrredón, quien liberó el accionar de la policía que asesinó a Kosteki y santillán, ladero de Duhalde, entre otros antecedentes- perdió la elección con la mano derecha del macrismo -un partido de empresarios derechistas impulsados por sectopres del PJ, UCR y restos de la UCEDE.
N
o hay buenos entre herederos del menemismo.

Scioli, repudiado por el kirchnerismo, maltratado por Randazzo, por CFK, se erigió en el único candidato de la década ganada.
Los enojos entre los bandos en disputa, son la rivalidades entre empresarios.

La perspectiva, a la vista de los hechos, muestra el desbarranco del nacionalismo kirchnerista, ese que le entregó el petróleo a Chevrón, y el ascenso de una derecha que asume el lugar que el kirchnerismo le preparó, de la mano de Berrni, el Proyecto X y la inflación disimulada (mejor dicho: escondida pero padecida!).

La salida, más que nunca, es por izquierda.

Votaremos en blanco en el balotaje: no votamos ni patrones ni derechistas de la nueva (vieja) ola.

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