El Frente de Izquierda sale al frente en Argentina Debate.
Por Jorge Altamira
Por Jorge Altamira
La difusión de los
espacios de publicidad política y el debate de candidatos del domingo pasado
han cambiado el escenario de la campaña electoral, porque han quebrado la
política de ocultamiento mediático del Frente de Izquierda. Esta conclusión
plantea la posibilidad de producir una votación excepcional el 25 de octubre,
desmintiendo las proyecciones negativas para la izquierda que divulgan las
encuestadoras interesadas, pagadas por los tres candidatos del ajuste. El
debate ha dejado en evidencia que el Frente de Izquierda es el único que
encarna en forma explícita las reivindicaciones de los trabajadores.
“Argentina debate”
demostró ser un título exagerado para el formato restringido de la discusión.
Bien mirado, fue un escudo protector para los candidatos patronales. Más allá
del exiguo tiempo otorgado a las intervenciones, la imposibilidad de re-preguntar
impidió desenmascarar debidamente las falacias de los ajustadores. De acuerdo a
informaciones posteriores, esta restricción habría obedecido a la intención de
conseguir la presencia de Scioli, lo cual prueba precisamente el objetivo de
preservar a los candidatos del sistema. Esta limitación quedó en evidencia
especialmente en las interpelaciones a los adversarios por parte de nuestro
compañero Nicolás Del Caño. Así, Rodríguez Saá se salió por la tangente ante la
imputación de Del Caño a los despidos en San Luis por parte de empresas que
gozan de subsidios del estado. Se repitió cuando Del Caño incomodó a Stolbizer
por sus alianzas con los partidos que destruyen la educación pública en
numerosas elecciones provinciales. El puntano se defendió con el argumento de
que los conflictos laborales son privados, mientras que Stolbizer justificó las
alianzas antieducativas alegando el carácter feudal de los gobiernos de
provincia. Massa exhibió toda su desfachatez cuando replicó que Del Caño mentía
cuando denunció que el candidato que quiere imponer el presentismo a los
docentes tenía un ausentismo récord en el Congreso. La restricción a las
re-preguntas impidió desenmascarar las respuestas falaces o mentirosas de los
ajustadores.
La imposibilidad de
re-preguntar y de ampliar el espacio de la polémica no permitió denunciar la
posición de militarización de la llamada lucha contra el narcotráfico, en
especial sostenida por Massa, que es responsable por la escala de asesinatos
que sufre México. Del Caño responsabilizó a Massa por la situación narco en
Tigre. Esta militarización es la agenda del Pentágono para América Latina. Es
una cuestión crucial en la lucha por las libertades democráticas. La
caracterización del tema ‘seguridad’ como la consecuencia del entrelazamiento
entre el delito organizado y el Estado, fue uno de los mejores momentos de
nuestro candidato y una corrección en la posición sobre el tema de parte de su
corriente política. Un punto que no pudo ser explotado por la limitación de
tiempo seguramente, fue la denuncia de que los cuatro candidatos rivales
representan a fuerzas políticas que ya han gobernado Argentina y por lo tanto
responsables directos del cuadro de zozobra social, económica y política que
mencionaban en forma hipócrita. En las tres semanas que quedan de campaña sería
oportuno reforzar las denuncias que Del Caño desarrolló en el debate en la
agitación escrita y en las entrevistas en los medios.
El tiempo escueto
reservado a las intervenciones dejó sin tratamiento el punto crucial de la
devaluación y los fondos buitres, que Del Caño señaló de entrada. Se trata del
núcleo de la crisis actual y punto de división en el oficialismo y en el
conjunto de los candidatos; el ajuste es esencialmente la mega devaluación. La
discusión de la devaluación hubiera puesto al debate en sus verdaderos rieles.
A partir de la fuga de capitales en China y en Brasil, principalmente, el
planteo de que la devaluación serviría para conseguir financiamiento para
Argentina, ha volado por los aires. Los agoreros que aseguran que la
devaluación la va a imponer el ‘mercado’ contra las intenciones reguladoras de
un futuro gobierno, son cada vez más numerosos. Es necesario concentrar la
atención de los trabajadores en la cuestión devaluatoria y en la respuesta del
Frente de Izquierda: nacionalización de los bancos bajo control obrero;
apertura de las cuestas de las empresas; rechazo a los endeudamientos del
gobierno K en dólares y pesos; prohibición de despidos y suspensiones y reparto
de horas de trabajo sin tocar el salario; ajuste inmediato de salarios,
jubilaciones y prestaciones sociales; abolición de impuestos al consumo
-impuestos progresivos a las rentas, intereses y ganancias.
Un aspecto importante
del Argentina Debate es que, en principio, no habría afectado la intención de
votos de Scioli, lo que demuestra la mediocridad de la actuación de Massa y
Macri. Numerosos asistentes al debate han expresado la insatisfacción por las
restricciones al debate; en apariencia ha surgido una tendencia a favor de una
nueva discusión entre los candidatos. Pensamos que hay largar una campaña por
su reedición; sería un golpe para las posibilidades de Scioli y sin duda daría
un envión importante al Frente de Izquierda y los Trabajadores, con todo lo que
esto implica para la etapa de convulsiones que ya se ha iniciado.
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