domingo, 12 de enero de 2014

Hipocresía y salarios

Hipocresía: actitud constante o esporádica de fingir estándares que no se siguen o contrarios a los que verdaderamente se tiene.

Es lo que expresa el informe del Banco Ciudad y el comportamiento de la dirigencia sindical.
Dice el informe semanal 268:
La aceleración inflacionaria de los últimos meses viene erosionando el poder de compra del salario, a una velocidad sin precedentes. Según informó el INDEC esta semana, en noviembre los salarios de la economía aumentaron en promedio un 2,4% mensual y 26% con respecto a un año atrás, con un alza de los ingresos de los trabajadores privados formales del 1,8% y 25%, respectivamente. En ambos casos se trata de incrementos que se ubican por debajo de la inflación minorista, que de acuerdo a las mediciones alternativas trepó en noviembre al 2,6% mensual y 26,8% interanual.
Luego más adelante:
Ante la aceleración inflacionaria reciente, y los aumentos otorgados a las fuerzas de seguridad, el piso de los reclamos salariales saltó del 25% al 30% en cuestión de semanas. Por otro lado, las nuevas discusiones se dan en un escenario de expectativas inflacionarias totalmente desancladas, lo cual motorizó planteos de algunos gremios de pactar acuerdos salariales con clausulas gatillo y/o una vigencia inferior a los 12 meses.

Los analistas del City Bank porteño, de la mano del economista y militante macrista Sturzenegger, presentan el cuadro de la evolución del salario (en el sector público y privado) que confirma lo que todos sabemos porque vivimos de nuestro empleo y del salario que paga el Gobierno de la Ciudad, con la aprobación de la burocracia sindical y con el silencio de la “oposición” de la legislatura de la CABA.
En un año en que nos han rebajado los salarios, prorrogados los aportes no retributivos hasta junio del 2014, licuado los aumentos de la (inconsulta) paritaria, reducido los aguinaldos (consecuencia de lo anterior) y despedido profesionales del SAME, el informe del Banco de la Ciudad desnuda la hipocresía reinante.

Dejémonos de joder.

Dicen:
La aceleración de la inflación verificada en diciembre dejaría por saldo la mayor erosión del salario real de los trabajadores formales de los últimos seis años.

Efectivamente, lo más preocupante de esta situación es que se acumularían dos años consecutivos de deterioro, que podrían ampliarse a tres en 2014.

Los empleados del sector público perdimos poder adquisitivo de compra (1,2%).

Este es el diagnóstico de situación que publica el Banco Ciudad.
Disponible en:

Mientras tanto, la burocracia sindical enraizada en la AMM, enmudece.
¿Qué más hace falta para comprobar la responsabilidad de la dirigencia de la Lista Integración, desde el nivel central hasta el último de los dirigentes que aprobaron los acuerdos con la patronal macrista, para verificar que somos víctimas de la tenaza que ellos aprietan?

El 2013 fue un año de un inmenso aprendizaje.
Quedaron en claro quiénes defendían el salario, los puestos de trabajo, la estabilidad y quiénes arreglaron con la patronal la serie de calamidades que golpearon la salud pública porteña.

El 2014 ya empezó y la discusión salarial no se puede demorar.
Si en el 2013, después de los aumentos que todavía no se terminaron de efectivizar, el Banco Ciudad advierte que hubo pérdida del poder adquisitivo, significa lo que todos sabemos: la paritaria clandestina es una condena…para los que trabajamos.
Este es un año que se inició caliente.
No hay que permitir que nos queme.


Luis Trombetta