Ayer el Pabellón Koch del Instituto de Tisioneumonología dependiente de la Facultad de Medicina de la UBA se cerró.
Significa que el único pabellón destinado a la internación de hombres y mujeres con tuberculosis bacilífera, permanecerá cerrado de 6 a 9 meses, para cumplir con las reparaciones del edificio.
La oportunidad del cierre no podía haber sido peor.
El Hospital Muñiz, con el que la UBA tiene un convenio para la atención de los enfermos con tuberculosis se está achicando al ritmo del cierre de salas.
Pediatría (dos salas), la Sala 20 (infectología de hombres adultos) y ahora el cierre de la Sala 16 (sida-mujer, que ocupará 8 camas en la Sala 4, de hepatología), son hechos irrefutables.
Por uno u otro motivo, el Muñiz cierra salas y disminuye el número de camas de internación.
Sin embargo, las autoridades del gobierno de la Ciudad, dicen que nunca estuvimos mejor...desde el 2005, cuando iniciaron la gestión.
¿Hasta dónde?
¿Hasta cuando?
Hoy tendremos una asamblea de médicos.
Ellos tienen la palabra.
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