Cuando el Dr. San Juan hizo la presentación de la campaña de vacunación contra la Gripe A H1N1, señalé dos cuestiones.
Ante todo señalo mi total convencimiento de que es necesario, es adecuado y oportuno realizar la vacunación contra la gripe A.
Dije en la reunión que no cuestionaba la existencia (veracidad) de la gripe A (a diferencia de otros médicos) y que el informe del hospital Posadas publicado en la revista Medicina era una excelente referencia del trabajo médico realizado durante el 2009 en ese hospital.
Cuestioné la modalidad de la campaña.
A mi juicio es una campaña segmentada que no va a dar resultado en el sentido de obtener un 95% de personas vacunadas que logren la producción de anticuerpos necesarios para contener la enfermedad.
¿En que me baso para sostener esta opinión?
En que la indicación de vacunar a todo el personal de salud con la vacuna monovalente, a otras poblaciones de riesgo, a niños y embarazadas… y a los mayores de 65 años con la vacuna trivalente, es un contrasentido.
¿Por qué?
Simplemente porque el virus no puede distinguir los segmentos de población elegidos y menos identificar a los mayores de 65 años!
Si se sostiene que el virus que circula y que circulará es el A H1N1, sustentando lo innecesario de vacunar con la cepa estacional…surge la pregunta obvia: ¿la cepa estacional sólo afectará a los ancianos? (ver aceptada definición de ancianidad / tercera edad a partir de los 65 años).
Entonces aparece otra pregunta: en las ciudades como la CABA, en la que la pirámide poblacional tiene una base (niños o menores) tan ancha como la zona intermedia y su vértice (adultos y ancianos), el virus estacional y la cepa B (componentes de la vacuna trivalente) estarán a sus anchas!
Habría que revisar la afirmación de que sólo circulará el A H1N1 a la luz del análisis de la composición de la población de la CABA.
Por lo menos en nuestra ciudad esta situación parece no haber sido considerada.
Reitero: no me alineo con los que dicen que la gripe A es un invento de las compañías farmacéuticas ni con aquellos que como no hubieron (felizmente) tantos casos mortales… dicen que se trata de un operativo político /económico.
Ahora bien: algo no anda bien.
Transcurridos los primeros días del inicio de la campaña recibí consultas de pacientes y de médicos que transmitían por un lado la falta de información sobre la campaña y por otros un elevado grado de sospecha (por lo menos) sobre la vacunación, el empleo de las vacunas disponibles y las ventajas de aplicar la vacuna.
Pasaron más días, unos pocos más, y las consultas treparon a niveles que no hubiera imaginado.
Un pediatra le dijo a un paciente que le aplicara a su niño de poco más de un año, la vacuna trivalente. Eso sí: un ¼ del contenido.
Recibí la consulta de médicos que querían saber qué opinaba yo de la vacuna!
Por supuesto les dije que yo adscribía a las directivas del Ministerio de Salud.
Prueba de ello imprimí la resolución del Ministerio y el plan de vacunación y la dejé encima del escritorio de mi consultorio, a la vista y alcance de todos los pacientes… que miran con resquemor dicho informe.
La máxima sorpresa la recibí el viernes, cuando una familia que me visitó confió un secreto a voces: su (famosa) medicina prepaga recomendó la vacunación con la “trivalente” PARA TODOS, sin importar la edad ni el grupo de riesgo.
Otros pacientes me confiaron que tenían la intención de concurrir a un centro privado para vacunarse… otros que buscaban la vacuna “estacional” y otros más me hablaron de los efectos adversos provocados por la vacuna, en su mayoría información proveniente de cadenas de mensajes de correo electrónico o páginas de Internet.
Me consta que en un hospital privado indican a su personal que se vacune con la “trivalente”.
Por lo visto hay problemas de credibilidad y legitimidad, tal el título de esta nota.
En primer lugar la clase media porteña, amplia mayoría de la población de la CABA, descree de las recomendaciones gubernamentales.
Cuando el gobierno de Kirchner estaba menos cuestionado… la campaña contra la rubéola fue exitosa.
Nadie dijo que la campaña era sospechosa… a pesar de que también aparecieron cadenas de correos electrónicos que enunciaban que se trataba de un ensayo para fines inconfesables.
Se recordará que hubo aclaraciones ministeriales sobre el beneficio de la vacuna.
También está cuestionada la legitimidad de esta campaña.
De las mismas fuentes se dice que se trata de una operación de las multinacionales farmacéuticas que obtendrán jugosos beneficios vendiendo una vacuna profundamente cuestionada inclusive en circuitos académicos.
Todo esto me lleva a pensar que la situación política se ha colado en la campaña contra la gripe A y que aún sin entrar en el análisis de la situación del gobierno de Macri y el gobierno de C. Fernández de Kirchner, la cuestión política es insoslayable.
Pero esta nota no está dirigida a discutir sobre el PRO y el kirchnerismo.
Se dirige a preguntarme /nos en voz alta y para todos si no sería necesario que el hospital Muñiz haga pública su posición sobre la vacunación, a través de un comunicado, una reunión de prensa, etc., y en particular sobre las digamos “contra recomendaciones” que están apareciendo en distintos segmentos de la comunidad porteña.
El hospital ha hecho suya la campaña de vacunación.
También entiendo que debemos impulsar el cumplimiento de la norma.
Algunas opiniones contrarias están motorizadas por la ignorancia, otras por las sospechas (credibilidad y legitimidad) y otras por los dividendos que embolsan quienes venden vacuna “trivalente” desde distintos puntos de la Ciudad.
Esta es una buena oportunidad para que nuestro Hospital, único en su tipo en la CABA, ocupe la escena central e informe a toda la población sobre la campaña de vacunación contra la Gripe A H1N1.
Anhelo que también profundicemos sobre las observaciones que señalé pretendiendo además que no sean consideradas ni como una crítica personal ni en desmedro de la campaña iniciada.
Algo no anda bien.
Es hora de aclarar.
Luis Trombetta
Ante todo señalo mi total convencimiento de que es necesario, es adecuado y oportuno realizar la vacunación contra la gripe A.
Dije en la reunión que no cuestionaba la existencia (veracidad) de la gripe A (a diferencia de otros médicos) y que el informe del hospital Posadas publicado en la revista Medicina era una excelente referencia del trabajo médico realizado durante el 2009 en ese hospital.
Cuestioné la modalidad de la campaña.
A mi juicio es una campaña segmentada que no va a dar resultado en el sentido de obtener un 95% de personas vacunadas que logren la producción de anticuerpos necesarios para contener la enfermedad.
¿En que me baso para sostener esta opinión?
En que la indicación de vacunar a todo el personal de salud con la vacuna monovalente, a otras poblaciones de riesgo, a niños y embarazadas… y a los mayores de 65 años con la vacuna trivalente, es un contrasentido.
¿Por qué?
Simplemente porque el virus no puede distinguir los segmentos de población elegidos y menos identificar a los mayores de 65 años!
Si se sostiene que el virus que circula y que circulará es el A H1N1, sustentando lo innecesario de vacunar con la cepa estacional…surge la pregunta obvia: ¿la cepa estacional sólo afectará a los ancianos? (ver aceptada definición de ancianidad / tercera edad a partir de los 65 años).
Entonces aparece otra pregunta: en las ciudades como la CABA, en la que la pirámide poblacional tiene una base (niños o menores) tan ancha como la zona intermedia y su vértice (adultos y ancianos), el virus estacional y la cepa B (componentes de la vacuna trivalente) estarán a sus anchas!
Habría que revisar la afirmación de que sólo circulará el A H1N1 a la luz del análisis de la composición de la población de la CABA.
Por lo menos en nuestra ciudad esta situación parece no haber sido considerada.
Reitero: no me alineo con los que dicen que la gripe A es un invento de las compañías farmacéuticas ni con aquellos que como no hubieron (felizmente) tantos casos mortales… dicen que se trata de un operativo político /económico.
Ahora bien: algo no anda bien.
Transcurridos los primeros días del inicio de la campaña recibí consultas de pacientes y de médicos que transmitían por un lado la falta de información sobre la campaña y por otros un elevado grado de sospecha (por lo menos) sobre la vacunación, el empleo de las vacunas disponibles y las ventajas de aplicar la vacuna.
Pasaron más días, unos pocos más, y las consultas treparon a niveles que no hubiera imaginado.
Un pediatra le dijo a un paciente que le aplicara a su niño de poco más de un año, la vacuna trivalente. Eso sí: un ¼ del contenido.
Recibí la consulta de médicos que querían saber qué opinaba yo de la vacuna!
Por supuesto les dije que yo adscribía a las directivas del Ministerio de Salud.
Prueba de ello imprimí la resolución del Ministerio y el plan de vacunación y la dejé encima del escritorio de mi consultorio, a la vista y alcance de todos los pacientes… que miran con resquemor dicho informe.
La máxima sorpresa la recibí el viernes, cuando una familia que me visitó confió un secreto a voces: su (famosa) medicina prepaga recomendó la vacunación con la “trivalente” PARA TODOS, sin importar la edad ni el grupo de riesgo.
Otros pacientes me confiaron que tenían la intención de concurrir a un centro privado para vacunarse… otros que buscaban la vacuna “estacional” y otros más me hablaron de los efectos adversos provocados por la vacuna, en su mayoría información proveniente de cadenas de mensajes de correo electrónico o páginas de Internet.
Me consta que en un hospital privado indican a su personal que se vacune con la “trivalente”.
Por lo visto hay problemas de credibilidad y legitimidad, tal el título de esta nota.
En primer lugar la clase media porteña, amplia mayoría de la población de la CABA, descree de las recomendaciones gubernamentales.
Cuando el gobierno de Kirchner estaba menos cuestionado… la campaña contra la rubéola fue exitosa.
Nadie dijo que la campaña era sospechosa… a pesar de que también aparecieron cadenas de correos electrónicos que enunciaban que se trataba de un ensayo para fines inconfesables.
Se recordará que hubo aclaraciones ministeriales sobre el beneficio de la vacuna.
También está cuestionada la legitimidad de esta campaña.
De las mismas fuentes se dice que se trata de una operación de las multinacionales farmacéuticas que obtendrán jugosos beneficios vendiendo una vacuna profundamente cuestionada inclusive en circuitos académicos.
Todo esto me lleva a pensar que la situación política se ha colado en la campaña contra la gripe A y que aún sin entrar en el análisis de la situación del gobierno de Macri y el gobierno de C. Fernández de Kirchner, la cuestión política es insoslayable.
Pero esta nota no está dirigida a discutir sobre el PRO y el kirchnerismo.
Se dirige a preguntarme /nos en voz alta y para todos si no sería necesario que el hospital Muñiz haga pública su posición sobre la vacunación, a través de un comunicado, una reunión de prensa, etc., y en particular sobre las digamos “contra recomendaciones” que están apareciendo en distintos segmentos de la comunidad porteña.
El hospital ha hecho suya la campaña de vacunación.
También entiendo que debemos impulsar el cumplimiento de la norma.
Algunas opiniones contrarias están motorizadas por la ignorancia, otras por las sospechas (credibilidad y legitimidad) y otras por los dividendos que embolsan quienes venden vacuna “trivalente” desde distintos puntos de la Ciudad.
Esta es una buena oportunidad para que nuestro Hospital, único en su tipo en la CABA, ocupe la escena central e informe a toda la población sobre la campaña de vacunación contra la Gripe A H1N1.
Anhelo que también profundicemos sobre las observaciones que señalé pretendiendo además que no sean consideradas ni como una crítica personal ni en desmedro de la campaña iniciada.
Algo no anda bien.
Es hora de aclarar.
Luis Trombetta
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