La asunción de Posse al frente del Ministerio de Educación de la Ciudad constituye un intento de alineamiento patronal, que en primer término le endilga al gobierno de CFK, su incapacidad para derrotar la protesta social y al mismo tiempo le señala a los K que desde Kraft, esa protesta también se dirige contra el gobierno nacional.
Los nac & pop saben de lo que habla el educador de Macri.
Para Posse ni el gobierno nacional ni el poder judicial han cumplido la misión represiva del Estado.
Y va más allá.
Advierte a los capitalistas que tarde o temprano deberán hablar con claridad “del camino de retorno indispensable que la Argentina tendrá que transitar”.
Posse reagrupa y arenga a la tropa: “Hoy el vandalismo, el piqueterismo politizado y la protesta de tantos desamparados se derraman por las calles con su perfil agresivo. El oficialismo culpable y la mayoría de susurrantes opositores no estuvieron a la altura de la batalla que exige el orden público en un país crispado y conflictivo, donde nunca existió una cultura de respeto ciudadano”.
La patronal que representan Macri y Posse está furiosa con la protesta en las calles.
Posse no oculta su total desconfianza a Kirchner y se pregunta si en su final político le espera el destino cómico de ser el restaurador de las leyes y el orden.
El gobierno de Macri intenta transformarse en el eje del reagrupamiento de los capitalistas que ya no confían en la capacidad del kirchnerismo para derrotar las luchas obreras.
Kirchner no puede disciplinar a los trabajadores y a la juventud que enfrentan en las fábricas y en las calles la explotación capitalista, a la patronal y a la burocracia sindical de la CGT y la CTA.
Los partidos patronales atraviesan aceleradamente la crisis de su descomposición iniciada en el 2001.
Espionaje, fracturas y expulsiones están a la orden día en el partido de Macri y en el PJ.
Kirchner intenta arbitrar la crisis pero la lucha obrera lo arrincona contra las cuerdas y en el “ring side” no confían en la fuerza de sus golpes!
Posse reclama orden y descontando la “demolición institucional de los K” se pregunta que cantidad de poder tendrá que tener el futuro gobierno democrático para terminar con la indisciplina de la juventud?
El nuevo Ministro no se fue de boca. Expresa claramente la intención del gobierno de Macri de terminar con la protesta estudiantil.
Contra las amenazas fascistas, ahora más que nunca, fuera Macri y sus ministros.
Luis Trombetta
Los nac & pop saben de lo que habla el educador de Macri.
Para Posse ni el gobierno nacional ni el poder judicial han cumplido la misión represiva del Estado.
Y va más allá.
Advierte a los capitalistas que tarde o temprano deberán hablar con claridad “del camino de retorno indispensable que la Argentina tendrá que transitar”.
Posse reagrupa y arenga a la tropa: “Hoy el vandalismo, el piqueterismo politizado y la protesta de tantos desamparados se derraman por las calles con su perfil agresivo. El oficialismo culpable y la mayoría de susurrantes opositores no estuvieron a la altura de la batalla que exige el orden público en un país crispado y conflictivo, donde nunca existió una cultura de respeto ciudadano”.
La patronal que representan Macri y Posse está furiosa con la protesta en las calles.
Posse no oculta su total desconfianza a Kirchner y se pregunta si en su final político le espera el destino cómico de ser el restaurador de las leyes y el orden.
El gobierno de Macri intenta transformarse en el eje del reagrupamiento de los capitalistas que ya no confían en la capacidad del kirchnerismo para derrotar las luchas obreras.
Kirchner no puede disciplinar a los trabajadores y a la juventud que enfrentan en las fábricas y en las calles la explotación capitalista, a la patronal y a la burocracia sindical de la CGT y la CTA.
Los partidos patronales atraviesan aceleradamente la crisis de su descomposición iniciada en el 2001.
Espionaje, fracturas y expulsiones están a la orden día en el partido de Macri y en el PJ.
Kirchner intenta arbitrar la crisis pero la lucha obrera lo arrincona contra las cuerdas y en el “ring side” no confían en la fuerza de sus golpes!
Posse reclama orden y descontando la “demolición institucional de los K” se pregunta que cantidad de poder tendrá que tener el futuro gobierno democrático para terminar con la indisciplina de la juventud?
El nuevo Ministro no se fue de boca. Expresa claramente la intención del gobierno de Macri de terminar con la protesta estudiantil.
Contra las amenazas fascistas, ahora más que nunca, fuera Macri y sus ministros.
Luis Trombetta
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