domingo, 11 de agosto de 2013

Polémica en el Muñiz (segunda carta del Dr. Reggiani)

Ultima reflexión, o tal vez no.

Estimado José Luis

Leí hace un rato tu carta.
(También la que escribió Huayca).
Tus palabras me hicieron pensar que este intercambio epistolar tiene más que ver con diferencias en el entorno y armado de la lista oficial de la AMM (Lista Integración) antes de las elecciones y no tanto sobre las perspectiva del Muñiz, en el sentido de una unidad de opiniones y criterios, condición que entiendo es innecesaria para que un cuerpo social –en este caso el nuestro- funcione.
El metabolismo de un cuerpo social esta siempre activo, improbablemente homogéneo.

En todo caso, la direccionalidad, los objetivos institucionales, las metas (sin dejar de lado los actores) se trazan desde el gobierno porteño y particularmente desde el ministerio de salud del GCBA.
No extraña a nadie (a esta altura de la soireé), que el ministro de salud este puesto por la AMM (Gilardi dice siempre que “todos los médicos somos de la AMM”) con la aprobación oficial y la del SUTECBA (encolumnado oficialmente con el macrismo según declaraciones conocidas), y que se cumplan los objetivos prefijados desde la esfera gubernamental.
Es lo que siempre ocurre. Es la lógica que sustenta el sistema político.
¿O esperábamos que el gobierno de turno abandone sus propias premisas, conceptos y preceptos políticos con los que obtuvo el poder, a la hora de gobernar?
Ciertamente, la política elegida (el camino trazado) no beneficia a todos. Ahí las diferencias.
Política es todo, y bienvenido que así sea.
¿O alguien conoce una forma mejor de organizar el cuerpo social?

Pero no quiero distraerme, distraer ni extenderme.
Me quedé pensando en la cuestión de la homogeneidad.
Y me acordé del secundario.
Fui alumno del Mariano Acosta (primaria y secundaria). Una profesora de literatura, aburrida hasta por sus propios bostezos, nos “mandó” comprar un libro que pocas veces visitamos.
En él, había una perla.
Esa poesía jamás me abandonó. Paco Ibañez la hizo canción.
Se las dejo para que la disfruten, en un día de elecciones y obvia veda para la propaganda política!

Porque vivimos a golpes, porque a penas si nos dejan
decir que somos quien somos,
nuestros cantares no pueden ser sin pecado un adorno.
Estamos tocando el fondo.

Saludos
Luis Trombetta


LA POESÍA ES UN ARMA CARGADA DE FUTURO

Gabriel Celaya
 (De "Cantos iberos", 1955)

Cuando ya nada se espera personalmente exaltante,
mas se palpita y se sigue más acá de la conciencia,
fieramente existiendo, ciegamente afirmando,
como un pulso que golpea las tinieblas,

cuando se miran de frente
los vertiginosos ojos claros de la muerte,
se dicen las verdades:
las bárbaras, terribles, amorosas crueldades.

Se dicen los poemas
que ensanchan los pulmones de cuantos, asfixiados,
piden ser, piden ritmo,
piden ley para aquello que sienten excesivo.

Con la velocidad del instinto,
con el rayo del prodigio,
como mágica evidencia, lo real se nos convierte
en lo idéntico a sí mismo.

Poesía para el pobre, poesía necesaria
como el pan de cada día,
como el aire que exigimos trece veces por minuto,
para ser y en tanto somos dar un sí que glorifica.

Porque vivimos a golpes, porque a penas si nos dejan
decir que somos quien somos,
nuestros cantares no pueden ser sin pecado un adorno.
Estamos tocando el fondo.

Maldigo la poesía concebida como un lujo
cultural por los neutrales
que, lavándose las manos, se desentienden y evaden.
Maldigo la poesía de quien no toma partido hasta mancharse.

Hago mías las faltas. Siento en mí a cuantos sufren
y canto respirando.
Canto, y canto, y cantando más allá de mis penas
personales, me ensancho.

Quisiera daros vida, provocar nuevos actos,
y calculo por eso con técnica, qué puedo.
Me siento un ingeniero del verso y un obrero
que trabaja con otros a España en sus aceros.

Tal es mi poesía: poesía-herramienta
a la vez que latido de lo unánime y ciego.
Tal es, arma cargada de futuro expansivo
con que te apunto al pecho.

No es una poesía gota a gota pensada.
No es un bello producto. No es un fruto perfecto.
Es algo como el aire que todos respiramos
y es el canto que espacia cuanto dentro llevamos.

Son palabras que todos repetimos sintiendo
como nuestras, y vuelan. Son más que lo mentado.
Son lo más necesario: lo que no tiene nombre.
Son gritos en el cielo, y en la tierra, son actos.

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