Rasgos de imbecilidad, oportunismo y encubrimiento.
Una página del relato.
La fuga de los narcos de un penal de máxima seguridad, demuestra como en un trabajo práctico de cualquier asignatura, que unos miran al otro grupo, tratando de compararse y asumir sus mejores performances.
Sin embargo, todos fallan.
Pero lo mejor suele ser cuando los que encaran su propia defensa, asumen el lugar de fiscales, sin más respaldo que su deseo de reprochar a los observados.
Un rasgo infantil, si no fuera que la misma actitud se traslada a la política, desde el periodismo, desde falsas fuentes de información, desde mentideros oficiales, que colaboran a la génesis del relato.
El relato no es patrimonio de ningún partido ni es propiedad de un gobierno.
Es la forma de ocultar la zaga de imbecilidades (en el mejor peor de los casos) o las complicidades que mucho peor, operan con conciencia en favor de sus intereses puntuales.
Para esto último, la guita suele aceitar los mecanismos.
Y los silencios y secretos, se guardan bajo tierra.
Los kirchneristas se aferran al relato: el macrismo no puede gobernar.
No tienen capacidad política.
En sintonía con el peronismo de siempre, que se jacta de ser el dueño de la gobernabilidad.
En todo caso, ambos y otros congéneres que los han acompañado, expresan los mismos intereses sociales.
Parece que la mala memoria acompaña a los funcionarios y líderes de los partidos patronales, sin distinción.
Para los desmemoriados, les recuerdo:
Jorge Julio López fue querellante y testigo en la causa contra Etchecolatz, que involucró a más de 60 miembros de las fuerzas represivas que operaron en la dictadura.
López fue secuestrado y desaparecido el día 18 de septiembre de 2006, en la ciudad de La Plata.
Ni el gobierno nacional ni el provincial pudieron o supieron dar explicaciones.
Al principio, el propio gobierno negaba el secuestro (podía estar perdido…)
Por su parte, los Organismos de Derechos Humanos han planteado desde un comienzo que la desaparición de Jorge Julio López involucra a miembros de fuerzas de seguridad retirados y en actividad. Denunciando además la inacción de la Justicia y los diversos órdenes del gobierno para esclarecer el hecho
La maldita policía, la sociedad de políticos y narcos, pertenecen a todos los partidos patronales.
Punteros de todas las especies, conviven con los conocidos de siempre, esos que los vecinos conocen y hasta saben desde operan sus kioscos.
Menos los responsables políticos, todos los demás que van de a pie como les gusta decir a los despolitizados, saben cómo se cocinan estos negocios.
Ni los peronistas kirchneristas, ni los macristas de cambiemos, son ajenos a sus propios pasados y presentes.
A no hacerse los boludos y descargar sus responsabilidades históricas.
Son iguales.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario