domingo, 31 de enero de 2016

El silencio no es salud

El silencio no es salud

Bien entrado el 2016, la ola de despidos en la administración nacional y provincial, le marcan el camino a la actividad privada.
El grupo 23 es la medida del proceso en marcha.
El empresario kirchnerista, candidato a intendente por la ciudad de Tigre, es el liquidador del empleo de trabajadores gráficos.
En estos días, cientos de empleados de diferentes reparticiones del estado nacional, son despedidos e impedidos de ingresar a sus lugares de trabajo.
La burocracia sindical mantiene el peor de los silencios, el de los cómplices.
En el ámbito de la salud porteña, la situación no es alentadora.
La promesa de un bono de fin de año, fue una maniobra de distracción.
Si bien no hay despidos, los cargos vacantes siguen congelados.
Los salarios sufren el deterioro de la inflación desatada desde antes de la devaluación macrista.
Por eso mismo, ni kirchneristas ni macristas, mueven la aguja.
Saben que tienen responsabilidades compartidas.
Ni la Asociación de Médicos Municipales ni la Federación de Profesionales, acusan recibo.
El Informe del Banco Ciudad les anuncia el futuro inmediato:
“Este reacomodamiento tarifario tiene algunas consecuencias macroeconómicas a tener en cuenta”. “Un incremento tarifario de importante magnitud afectaría el costo de vida, siendo a su vez capturado con mayor intensidad por el nuevo índice de referencia (IPCBA), ya que el mismo cubre el ámbito de la Ciudad de Buenos Aires, donde las tarifas se encuentran más atrasadas”.
Así las cosas, el Presidente de la AMM asumió aquello que siempre hemos sabido pero que fuera negado hasta el cansancio: la política de salud en la CABA se aprueba en Junín 1440.
La ministra  Bou Pérez, ex sub directora del Ramos Mejía, presentó su plan de acción política, frente a la dirigencia de la AMM.
La editorial del Mundo Hospitalario de diciembre no sorprende, pero alecciona.
Dice el Dr. Gilardi, al frente de la AMM: “en los reclamos mencionamos una sola vez las paritarias y bien es sabido que discutimos fuertemente nuestros salarios, pero el conflicto generalmente no está ahí”.
Curiosa afirmación para un dirigente sindical.
Gilardi saluda a Macri, ahora presidente, por elegir a un médico municipal al frente de la cartera de salud. La experiencia con el Dr. Lemus es reivindicada por la conducción del gremio.
Como dije, no hay sorpresas.
Convendría preguntarles a los médicos y a los otros profesionales si sus salarios satisfacen sus necesidades, en vez de festejar a las autoridades políticas del gobierno que dirigen entre otras cosas, el presupuesto asignado a salarios.
¿O se olvidan que esas autoridades son nuestra patronal?
Termina enero.
En febrero se anuncian aumentos tarifarios de hasta 500%.
Ya te lo dice el Ciudad: el tarifazo lo pagás vos.
El kirchnerismo le asfaltó el camino a la devaluación macrista.
Negocios con empresas subsidiadas que dejaron demolida la infraestructura de servicios como la electricidad, pero que percibieron ganancias financiadas con la guita, entre otras fuentes, del impuesto a las ganancias que pagamos los trabajadores asalariados.
Macri completa el ciclo de confiscación salarial: pretenden que la crisis (la fiesta de los capitalistas), la paguen los trabajadores.
Si no le ponemos un freno, van a ir a fondo.
Más que un pronóstico, es un dato de la realidad.
Discutamos los aumentos salariales, exijamos un incremento en un solo pago, un aumento automático con cláusula gatillo ante el incremento del costo de vida mensual, y la suspensión del gravamen a la 4ª categoría del impuesto a las Ganancias.
¿Qué esperamos?

Luis Trombetta
31 de enero de 2016 

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