El
silencio no es salud
Bien
entrado el 2016, la ola de despidos en la administración nacional y provincial,
le marcan el camino a la actividad privada.
El
grupo 23 es la medida del proceso en marcha.
El
empresario kirchnerista, candidato a intendente por la ciudad de Tigre, es el
liquidador del empleo de trabajadores gráficos.
En
estos días, cientos de empleados de diferentes reparticiones del estado
nacional, son despedidos e impedidos de ingresar a sus lugares de trabajo.
La
burocracia sindical mantiene el peor de los silencios, el de los cómplices.
En
el ámbito de la salud porteña, la situación no es alentadora.
La
promesa de un bono de fin de año, fue una maniobra de distracción.
Si
bien no hay despidos, los cargos vacantes siguen congelados.
Los
salarios sufren el deterioro de la inflación desatada desde antes de la
devaluación macrista.
Por
eso mismo, ni kirchneristas ni macristas, mueven la aguja.
Saben
que tienen responsabilidades compartidas.
Ni
la Asociación
de Médicos Municipales ni la
Federación de Profesionales, acusan recibo.
El
Informe del Banco Ciudad les anuncia el futuro inmediato:
“Este
reacomodamiento tarifario tiene algunas consecuencias macroeconómicas a tener
en cuenta”. “Un incremento tarifario de importante magnitud afectaría el costo
de vida, siendo a su vez capturado con mayor intensidad por el nuevo índice de
referencia (IPCBA), ya que el mismo cubre el ámbito de la Ciudad de Buenos Aires,
donde las tarifas se encuentran más atrasadas”.
Así
las cosas, el Presidente de la AMM
asumió aquello que siempre hemos sabido pero que fuera negado hasta el
cansancio: la política de salud en la
CABA se aprueba en Junín 1440.
La
ministra Bou Pérez, ex sub directora del
Ramos Mejía, presentó su plan de acción política, frente a la dirigencia de la AMM.
La
editorial del Mundo Hospitalario de diciembre no sorprende, pero alecciona.
Dice
el Dr. Gilardi, al frente de la
AMM : “en los reclamos mencionamos una sola vez las paritarias
y bien es sabido que discutimos fuertemente nuestros salarios, pero el conflicto
generalmente no está ahí”.
Curiosa
afirmación para un dirigente sindical.
Gilardi
saluda a Macri, ahora presidente, por elegir a un médico municipal al frente de
la cartera de salud. La experiencia con el Dr. Lemus es reivindicada por la
conducción del gremio.
Como
dije, no hay sorpresas.
Convendría
preguntarles a los médicos y a los otros profesionales si sus salarios
satisfacen sus necesidades, en vez de festejar a las autoridades políticas del
gobierno que dirigen entre otras cosas, el presupuesto asignado a salarios.
¿O
se olvidan que esas autoridades son nuestra patronal?
Termina
enero.
En
febrero se anuncian aumentos tarifarios de hasta 500%.
Ya
te lo dice el Ciudad: el tarifazo lo pagás vos.
El
kirchnerismo le asfaltó el camino a la devaluación macrista.
Negocios
con empresas subsidiadas que dejaron demolida la infraestructura de servicios
como la electricidad, pero que percibieron ganancias financiadas con la guita,
entre otras fuentes, del impuesto a las ganancias que pagamos los trabajadores
asalariados.
Macri
completa el ciclo de confiscación salarial: pretenden que la crisis (la fiesta
de los capitalistas), la paguen los trabajadores.
Si
no le ponemos un freno, van a ir a fondo.
Más
que un pronóstico, es un dato de la realidad.
Discutamos
los aumentos salariales, exijamos un incremento en un solo pago, un aumento
automático con cláusula gatillo ante el incremento del costo de vida mensual, y
la suspensión del gravamen a la 4ª categoría del impuesto a las Ganancias.
¿Qué
esperamos?
Luis
Trombetta
31
de enero de 2016