sábado, 6 de octubre de 2012

La renuncia de Lemus


Descifrando la renuncia de Lemus

La renuncia del Ministro de Salud porteño Jorge Lemus, exige un análisis particular.
El ahora ex ministro fue despedido por Macri con lágrimas en los ojos.
Así lo muestra la foto que ilustra la crónica de Panorama Ciudad.
Macri agradeció los 4 años y 9 meses de la gestión de Lemus y puso en funciones a Graciela Reybaud, presentada por la vice jefa  María Eugenia Vidal.
Si el protocolo de aborto no punible que llevó la firma de Lemus fue la razón de su renuncia, la votación en la legislatura porteña que aprobó la nueva ley contraria al proyecto de Lemus y Macri, encontró al bloque del PRO unido a Unión federal y Bases para la Unión. Por 30 a 29 votos, la ajustada mayoría (integrada por el FPV, Nuevo encuentro, la UCR, Proyecto Sur MST, el Frente Popular y Progresista y la Coalición Cívica), sigue las recomendaciones del fallo de la Corte Suprema de Justicia, contrario al proyecto restrictivo de Lemus (Clarín 29/09/12).
Si hubo críticas en el oficialismo tras el protocolo de aborto no punible propuesto por el ex ministro, y si existieron presiones clericales, merece señalarse el distanciamiento de la Asociación de Médicos Municipales como un factor fundamental en la renuncia de Lemus. Así lo señaló La Política Online (12/09/12) cuando señaló que la pérdida del apoyo de los médicos municipales provocó el alejamiento del ministro.
La designación de Reynaud contó con la aprobación de la AMM.
Página 12 recoge un dato importante (13/12/12): Reybaud garantiza como con Lemus la paz social con la AMM, que reconoce a la nueva ministra como a todos los funcionarios que la antecedieron. Jorge Gilardi, presidente de la AMM, suele decir que todos los médicos del sistema público porteño pertenecen a la AMM.
El espaldarazo de la AMM es insoslayable para la designación de los ministros de salud y funcionarios de la ciudad.
Y también para el alejamiento de esos mismos funcionarios.
Es necesario señalar que con la renuncia de Lemus, también se fue el Ing. Kirby, funcionario que respondía directamente a Macri.
Kirby fue Subsecretario de Administración del Sistema de Salud, y según La Nación (13/09/12) era el responsable del presupuesto de la cartera sanitaria y mantenía una mala relación con Lemus.
Kirby fue el funcionario que dijo en el Hospital Muñiz que nunca el hospital había estado mejor que en estos últimos cinco años, cuando se imponía reconocer la emergencia edilicia tras el cierre de las dos salas de pediatría debido a que sus edificios no eran seguros. Ni el derrumbe de viejos pabellones tras las lluvias del invierno pasado, ni el cierre de las salas pediátricas impidieron que la burocracia de la AMM y del SUTECBA se encolumnaran detrás del ahora renunciado Kirby, defendiendo la gestión oficial en el hospital de infecciosas.
La realidad se llevó puesto a los dos funcionarios y las obras en el Muñiz siguen retrasadas. Sólo una sala de pediatría estará próxima a rehabilitarse mientras que la restante ni siquiera figura en el plan de obras 2012.
En el Cronista.com (13/09/12) se afirma que la renuncia de Lemus obedece a la pérdida del apoyo de la AMM, que “controla amplios sectores del área sanitaria porteña”.
La misma fuente señala que las críticas también partieron desde el PRO tras el aumento de la tasa de mortalidad infantil en la CABA reconocida por Lemus en el 2011 (8,5 muertes por cada mil niños nacidos vivos cuando en 2010 fue de 6,7 por mil) y por quien Vidal debió salir en su ayuda.
Seguramente las causas de la renuncia de los funcionarios que fueran estrellas en el firmamento macrista, obedece a un conjunto de conflictos que siguen abiertos y son responsabilidad de la política sanitaria del gobierno porteño.
El incendio de un sector del edificio del Hospital Alvarez, el intento de enajenación de los terrenos del Borda a favor del emprendimiento del Centro Cívico y en el Hospital de Niños Gutiérrez a la empresa McDonald´s, la crisis de la terapia intensiva infantil en el Durand, el problema edilicio del Muñiz, la desactivación de buena parte del Hospital Rivadavia integran el escenario de la crisis estructural del sistema sanitario porteño.
Que la AMM garantiza la paz social en los hospitales es una afirmación tan valedera como lo es su participación en la designación de los ministros y funcionarios de salud.
En el Durand, Gilardi arremetió contra Kirby cuando dijo que el encargado de las licitaciones no resuelve ninguna y en una declaración ampliamente difundida en los hospitales la AMM denunció el incumplimiento de los plazos de las obras programadas.
Suficientes razones para lanzar un plan de lucha de todos los hospitales con una movilización a la Jefatura de Gobierno de la  CABA, si no fuera por la integración del gremio médico al gobierno del PRO.
Esa es la paz que garantiza Gilardi, que firma un acuerdo salarial paritario que jamás fue discutido en asambleas hospitalarias.
En la trama de la renuncia de Lemus, se esconde la crisis sanitaria porteña y los negocios de la transferencia de terrenos públicos de los hospitales para obras que en primer lugar garantizan las ganancias de las empresas constructoras intervinientes, de espaldas al derrumbe edilicio de los hospitales.
Si la presentación del protocolo del aborto no punible detonó la salida de Lemus, su rechazo en la Legislatura debería abrir una herida más profunda en el cuerpo del PRO.
Los opositores a Macri aprobaron una ley de aborto no punible que está en sintonía con el proyecto del gobierno nacional. Sin embargo, ni el bloque kirchnerista ni sus circunstanciales aliados ofrecen una salida a la crisis sanitaria porteña.
Para el conjunto de los trabajadores de la salud de la CABA no hay solución ni con las burocracias sindicales (ATE, SUTECBA, AMM, UPCN) ni con los partidos anti macristas.
Sólo la organización independiente de los trabajadores de la salud de los hospitales y centros de salud detrás de un programa de reivindicaciones plasmadas en un plan de lucha podrá enfrentar el negocio capitalista de la salud.

Luis Trombetta

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