lunes, 12 de marzo de 2012

Salarios: el retraso que el Banco Ciudad admite

En el Informe Económico Semanal elaborado por el Banco Ciudad Nº 176 (02/02/12), con el título “Adiós 2011, nunca te olvidaremos” se publica el análisis de la variación salarial operada durante ese año, observando un dato que no asombra a los empleados del gobierno de la ciudad: “los salarios públicos siguen mostrando el peor desempeño relativo, perdiendo sistemáticamente la carrera contra la inflación”.
Una realidad cotidiana para quienes trabajamos en los hospitales de la CABA.
Los acuerdos paritarios firmados por la AMM y la Federación de Profesionales para el 2011, se ajustaron a la oferta del gobierno.
Lo habitual es que la negociación se cierre tomando como referencia los acuerdos firmados por otros gremios (SUTECBA – UTE) y que la recomposición surja del reparto de la masa salarial ofrecida por el Ejecutivo, alquimia a la que las direcciones gremiales adhieren a libro cerrado.
Las discusiones jamás se han centrado en un acuerdo que parta de un piso para la categoría inicial (30 horas para el cargo de ejecución en planta) que fije un salario a partir del cual se establezca la escala para categorías por antigüedad y función, con sumas siempre retributivas y un programa de ajuste según inflación.
Por el contrario, el sueldo se conforma de distintos ítems. Como ejemplo revisemos el recibo de febrero: adicional por grado, asignación mensual primaria, suplemento certificado especialidad, suma fija Acta 54/11, suma no remunerativa Acta 59/12 y salario familiar / asignación familiar anual; (más suplemento tarea riesgosa cuando corresponde y conducción prof. crítica para los cargos de conducción con 40 horas semanales)
Este armado responde al acuerdo entre las cúpulas sindicales y el gobierno empleador.
Lejos de la realidad de los profesionales que poseen multiempleos y no encuentran otra salida que aumentar la cantidad de horas semanales trabajadas (inclusive dentro del mismo sector público con extensiones horarias o suplencias en el área de emergencia) para compensar los insuficientes salarios del sector público de la CABA.
Para revertir la tendencia que describe el informe del Banco Ciudad y alcanzar un acuerdo paritario que recomponga el nivel salarial se impone abrir la discusión desde las bases, enfrentando la parálisis impuesta por la burocracia y elaborando un pliego de negociación que incluya salarios, actualización por inflación, escala por antigüedad y función, sin adicionales no retributivos y con la explicitación precisa del sueldo básico inicial para el régimen de 30 horas semanales para el cargo de ejecución en planta como salario testigo.
Al mismo tiempo, debemos discutir el monto de la jubilación.
Actualmente el haber se reduce a un poco más del 50% del último sueldo percibido.
Esta realidad constituye una inmensa injusticia y una tremenda estafa a los trabajadores, ya que los aportes previsionales que realizamos durante más de 30 años, sólo aseguran un pasaje a la pobreza.
El 82% móvil del total del último salario percibido es una exigencia innegociable.
Finalmente, el mínimo no imponible del impuesto a las ganancias, también contribuye a la disminución del salario de los profesionales de las categorías más altas y mayor antigüedad. Esta confiscación (impuesto al trabajo) es inadmisible.

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