Que se convoque a asamblea en el Hospital Muñiz.
La violencia contra los trabajadores de la salud, contra los médicos, no es un hecho ajeno al Muñiz.
Por el contrario, en el último tiempo, hemos vivido hechos de violencia inauditos.
El incendio de la sala 17, que pasó desapercibido para la Lista Integración, ya en su nivel local como en su dirigencia central, fue una muestra de la precaria situación, peligrosa para trabajadores y pacientes, ya que el siniestro requirió la presencia de los bomberos y de ambulancias del SAME, el traslado de pacientes y la inhabilitación temporaria de la sala 17.
Sin embargo no mereció la más mínima atención de la dirigencia de la AMM.
Apenas después, en la Sala 20 se repitieron los hechos de violencia perpetrados por un paciente que amenazó a una colega y que generó tremendos problemas que sobrepasaron la capacidad de contención de que disponemos. El problema superó a la Sala 20.
Eso es violencia.
Sin ninguna duda.
De la misma manera que la compactación anunciada por el Gobierno de la Ciudad, contraria a la voluntad de quienes hasta ahora nos hemos expresado públicamente contrarios al proyecto Plan Master, es otro signo de violencia, esta vez institucional.
Todavía escucho las palabras que se dijeron en la Legislatura de la Ciudad, denunciando el plan de compactación a espaldas de los trabajadores del Muñiz, vertidas por distintas personas, entre quienes me incluyo, y como dije en su oportunidad, a título personal.
¿Qué quedó de todo aquello?
Poco.
Hoy el plan fue apoyado por las organizaciones gremiales.
Que cada quien saque sus propias conclusiones.
Frente a este nuevo hecho de violencia, lo lógico era dar una respuesta masiva, aleccionadora, que no se limitara a cada filial en su hospital, sino todo lo contrario.
Era menester recorrer el camino inverso: difundir la denuncia, convocar a las asambleas en los hospitales, votar una movilización y parar los hospitales, y marchar masivamente a la Jefatura de Gobierno, con toda la fuerza, para dar un mensaje claro para todos, para el Gobierno y para la sociedad.
En cambio tendremos un paro de dos horas, y en particular en el Muñiz, no se ha convocado a la asamblea (propuesta por el Comité de Presidencia de la AMM) ni aclarado el alcance de la movilización.
Así están las cosas.
Medidas limitadas a cada hospital.
Que se convoque a la asamblea en el Muñiz, que la dirigencia de la filial se exprese claramente cuál es el alcance de la medida de fuerza y que se planifique la movilización.
A que hora es la asamblea, dónde y hacia dónde nos movilizaremos.
Sigue pendiente el reclamo de la asamblea para ratificar o rectificar el plan master.
Reitero lo que vengo señalando desde hace tiempo: que cada uno saque sus conclusiones.
Por un verdadero plan de lucha en defensa de los trabajadores y de la salud pública, del hospital público de acceso universal y gratuito.
Luis Trombetta
La violencia contra los trabajadores de la salud, contra los médicos, no es un hecho ajeno al Muñiz.
Por el contrario, en el último tiempo, hemos vivido hechos de violencia inauditos.
El incendio de la sala 17, que pasó desapercibido para la Lista Integración, ya en su nivel local como en su dirigencia central, fue una muestra de la precaria situación, peligrosa para trabajadores y pacientes, ya que el siniestro requirió la presencia de los bomberos y de ambulancias del SAME, el traslado de pacientes y la inhabilitación temporaria de la sala 17.
Sin embargo no mereció la más mínima atención de la dirigencia de la AMM.
Apenas después, en la Sala 20 se repitieron los hechos de violencia perpetrados por un paciente que amenazó a una colega y que generó tremendos problemas que sobrepasaron la capacidad de contención de que disponemos. El problema superó a la Sala 20.
Eso es violencia.
Sin ninguna duda.
De la misma manera que la compactación anunciada por el Gobierno de la Ciudad, contraria a la voluntad de quienes hasta ahora nos hemos expresado públicamente contrarios al proyecto Plan Master, es otro signo de violencia, esta vez institucional.
Todavía escucho las palabras que se dijeron en la Legislatura de la Ciudad, denunciando el plan de compactación a espaldas de los trabajadores del Muñiz, vertidas por distintas personas, entre quienes me incluyo, y como dije en su oportunidad, a título personal.
¿Qué quedó de todo aquello?
Poco.
Hoy el plan fue apoyado por las organizaciones gremiales.
Que cada quien saque sus propias conclusiones.
Frente a este nuevo hecho de violencia, lo lógico era dar una respuesta masiva, aleccionadora, que no se limitara a cada filial en su hospital, sino todo lo contrario.
Era menester recorrer el camino inverso: difundir la denuncia, convocar a las asambleas en los hospitales, votar una movilización y parar los hospitales, y marchar masivamente a la Jefatura de Gobierno, con toda la fuerza, para dar un mensaje claro para todos, para el Gobierno y para la sociedad.
En cambio tendremos un paro de dos horas, y en particular en el Muñiz, no se ha convocado a la asamblea (propuesta por el Comité de Presidencia de la AMM) ni aclarado el alcance de la movilización.
Así están las cosas.
Medidas limitadas a cada hospital.
Que se convoque a la asamblea en el Muñiz, que la dirigencia de la filial se exprese claramente cuál es el alcance de la medida de fuerza y que se planifique la movilización.
A que hora es la asamblea, dónde y hacia dónde nos movilizaremos.
Sigue pendiente el reclamo de la asamblea para ratificar o rectificar el plan master.
Reitero lo que vengo señalando desde hace tiempo: que cada uno saque sus conclusiones.
Por un verdadero plan de lucha en defensa de los trabajadores y de la salud pública, del hospital público de acceso universal y gratuito.
Luis Trombetta
No hay comentarios.:
Publicar un comentario