domingo, 22 de agosto de 2010

Vamos sueltos (en memoria)

Vamos sueltos

22 de Agosto 1972 – 2010
En memoria de los pibes del Colegio Normal de Profesores Nº 2 Mariano Acosta, detenidos – desaparecidos durante la dictadura militar.
En memoria de mi amigo y compañero de colegio Ricardo Cairo, el Tano, secuestrado desaparecido el 28/3/77.

- Nos encontramos en la esquina de Rivadavia.
- Si…, vamos los de siempre.
-¿Qué a qué hora?
- No… un rato antes.
- Bueno.
- Chau.
La tarde pasa rápido.
El acto lo hicimos en la semana.
Lo organizamos con los pibes del Centro de Estudiantes.
Fueron de la UES y algunos otros; del partido comunista no fue nadie.
No sé quién los trajo, pero los carteles estuvieron bien.
Las caras de los 16 compañeros, con el fondo en color naranja; carteles grandes.
Los pegamos todos.
Vinieron muchos pibes.
Invitamos a todos. Seguro que no fallaban.
¿Cómo no iban a venir?
Lo preparamos cuidadosamente.
Hablamos con los de la unidad básica de inquilinos peronistas, de la otra cuadra; son de la JP.
Necesitábamos seguridad. No pasaba nada pero los fachos no nos perdonarían. ¡Un acto en el Colegio!
Habíamos hecho una pintada sobre una pared que daba justo frente a la entrada principal.
Se la blanquemos con cal a media tarde y después…fue mi primera pintada.
Aerosol rojo.
Salió bien, la hice con cuidado: ACTO PUBLICO – INVITAMOS A LOS ESTUDIANTES – A LOS VECINOS – POR LOS HEROES DE TRELEW- 22 DE AGOSTO.
Los coches pasaban detrás mío por Urquiza; por la espalda me chorreaba el sudor.
Tenía campana pero yo no lo veía.
En el Colegio había fachos a la tarde y en el turno noche. Ya nos habían amenazado por correo, anónimo. Había que cuidarse.
La letra lentamente dibujada, p-a-r-e-j-a, g-r-a-n-d-e, no como la pintada del año pasado que la habían hecho chiquita y lejos del colegio: comisión pro centro de estudiantes. ¿Quién la podía leer?
De tan rápido el aerosol apenas había escrito a las apuradas, guiado por manos a las que les sobraba valor pero les faltaba experiencia. ¡Fue de madrugada y a dos cuadras de la octava!
Cuando terminé de pintar la miré y con un impulso irresistible le puse por título ahí arriba, casi en el borde de la pared, sin pensarlo y rápido, esa frase que me golpeaba en la cabeza desde hacía un año, violenta, estremecedora: TRELEW – LA PATRIA FUSILADA.
Al fin no entré al acto; me quedé cuidando afuera.
Después me dijeron que habían hablado varios: el tano de la UES, el pibe del prt… no sé, alguno más, ah! y de la unidad también. Pero me lo perdí.
Los carteles estaban pegados adentro, en las paredes del patio, mirándonos a todos desde los ojos de sus caras jóvenes.
Listo, vamos. Lo habíamos hecho.

-¿5000 o 10.000?
-No sé.
-Fijate: la Plaza está por la mitad, frente al Congreso.
Hay mucha gente. Todos se miran, nadie se conoce.
-Esos que están ahí deben tener los fierros. Porque en esos tubos ¿qué carajo van a traer al acto?
- Mirá allá arriba, ahí… en aquel edificio, en la terraza: desplegaron un cartel inmenso con la cara del Che. Está colgado arriba del tanque de agua. ¡Increíble!
Sigue llegando gente. Nadie se saluda.
De pronto estalla el silencio en mil pedazos: CINCO POR UNO – NO VA A QUEDAR NINGUNO – CINCO POR UNO.
-¿Dónde están los otros? ¿Todavía no llegaron?
Fume nerviosamente en el frío de la noche de agosto.
La ropa de siempre: vaquero, camisa, pullover y las zapatillas de básquet, por si hay que salir corriendo. La cédula en un bolsillo; poca plata, algunas monedas, los fasos y el encendedor. Llevo pañuelo, por las dudas.
CINCO POR UNO NO VA QUEDAR NINGUNO
La columna empieza a organizarse.
-Te dije que iba haber mucha gente.
Vamos juntos, cerca de todos pero sueltos. Los otros pibes están cerca. Tampoco nos hablamos, pero nos vemos. Somos anónimos. Desconocidos.
No hace falta retén. ¡Es el ´73!
¿Qué puede pasar? Aunque los fachos siempre están.
Fumo Particulares 30, uno atrás de otro.
Arrancamos por Callao hacia Corrientes.
La columna lleva el paso al ritmo de las voces que se estremecen en la primera línea: CINCO POR UNO – NO VA A QUEDAR NINGUNO.
Nadie se mira, todos llevan la vista al frente; nadie se habla, no se conocen.
Nosotros vamos siempre sueltos… ¡si ninguno milita! Caminamos detrás.
- ¿Te crees que no tengo miedo?
- Pero no va a pasar nada, vamos, tranquilos.
CINCO POR UNO NO VA QUEDAR NINGUNO
Nunca había estado en una movilización así.
A la marcha del hambre no fui, pero sabía: pan y trabajo - la dictadura abajo - pan y trabajo…Todavía estaban los milicos.
En Corrientes hay quilombo.
Cuando doblamos la esquina, se puso feo. Se escucharon los primeros tiros.
¿O serán petardos?
Los ruidos y las voces aturden.
CINCO POR UNO NO VA QUEDAR NINGUNO
Vamos juntos y ahora las caras son todas desconocidas. Hay corridas y de la empalizada de la obra en construcción, arrancan los listones de maderas, que en esas manos son flamantes bastones.
-Vamos, sigamos, un poco más.
¿Son petardos o tiros?
En Rodríguez Peña arden las primeras fogatas por los gases: encienden las botellas sin hacerlas explotar. Los gases inundan la calle.
Nunca me habían gaseado. Es la primera vez. No vemos desde dónde los lanzan, pero la atmósfera se carga de olor y el fuego combate el ardor.
Ahora las caras se cubren con pañuelos atados a la nuca.
Todo se desordena.
Los gritos, los ruidos, las corridas CINCO POR UNO NO VA QUEDAR NINGUNO
El miedo.
Saqué el pañuelo y empecé a doblarlo.
-¿Vos estás loco?
-No te pongás el pañuelo, que nos van a marcar!
-Pero los gases…
-Vámonos, vayámonos ahora…
Nos fuimos caminando rápido, hacia atrás de la gente, que ya no guardaba el orden de la columna.
Poco después estuvimos lejos.
CINCO POR UNO NO VA QUEDAR NINGUNO
Seguros.
CINCO POR UNO NO VA QUEDAR NINGUNO
Lejos de la policía.
CINCO POR UNO NO VA QUEDAR NINGUNO
Sin miedo.
CINCO POR UNO NO VA QUEDAR NINGUNO
Vamos.
CINCO POR UNO NO VA QUEDAR NINGUNO
Es 22 de agosto.
Trelew.
No lo supimos.
Fue el comienzo.

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