Por Luis Trombetta
Para Tribuna de Salud Nº 18 - Agosto 2010
Para Tribuna de Salud Nº 18 - Agosto 2010
En el 2004 el Secretario de Salud del GCBA A. Stern convalidó lo actuado por los Comités de Gestión de Calidad, cuya misión era “Aportar métodos y herramientas de trabajo para la resolución de problemas, intra e interdepartamentales y la mejora de procesos y servicios, a través de la promoción de grupos de mejora continua”.
En esos días se creaban el Programa de Gestión de Calidad reemplazando el grupo de trabajo sobre Evaluación de la Calidad Total Hospitalaria y el Programa de Reconversión Hospitalaria, que incluía el subprograma de Gestión de Calidad.
La gestión de calidad se presenta como “una herramienta ineludible para satisfacer expectativas y necesidades de la comunidad y de gerenciamiento” destinada a promover las mejoras respecto a la atención del usuario, y define su objetivo en pocas palabras: “Consolidar organizaciones de salud capaces de aprender todo lo necesario para responder a las demandas de la comunidad, y al mismo tiempo dar cuenta de las restricciones impuestas por el contexto concreto en que se desenvuelve”.
Centraliza el “enfoque en la satisfacción de las necesidades y expectativas de las personas” cuyo horizonte no es la capacidad innovadora sobre la “cultura, estructura y estrategia” de la institución hospitalaria, sino sobre las restricciones concretas, eufemismo de un presupuesto de salud insuficiente.
Detrás del objetivo del cambio en el modelo de gestión se organiza el plan de gerenciamiento y privatización de la salud pública.
A través del compromiso de los niveles de conducción y las actividades de “sensibilización” (difusión de principios de calidad) y “capacitación”, se diseñó un programa de fuerte contenido ideológico, presentado como un adelanto técnico científico.
El gobierno de Macri le dio un nuevo impulso a la gestión de calidad incluyéndola en la estrategia de planificación 2010.
Con las mismas palabras revitaliza la conversión hospitalaria ideada por Stern.
La planificación 2010 tiene entre sus metas la “evaluación de satisfacción, necesidades y expectativas de los usuarios externos”, e “implementar un sistema de gestión de reclamos, quejas, sugerencias y agradecimientos en el ministerio de salud”.
Los impulsores intelectuales citan al Dr. Kaoru Ishikawa (1915 -1989) creador de los “círculos de calidad” durante la reconstrucción capitalista del Japón de la segunda post guerra mundial quien sostenía que el primer paso de la calidad es conocer lo que el cliente requiere.
Mucho más aquí, la Resolución 1554/09 del GCBA, plantea el paradigma de la calidad total: el fin de obtener una mejor satisfacción del usuario al menor costo.
La “utilización racional de los recursos” se sintetiza en “contener los costos generados por la atención sanitaria, identificando la utilización excesiva; disminuir los ingresos innecesarios y las estadías injustificadas; potenciar las formas alternativas de hospitalización; disminuir los procedimientos diagnósticos y terapéuticos de indicación dudosa”.
Un programa de racionalización que se enmarca en las “restricciones impuestas por el contexto concreto en que se desenvuelve”, según el Programa de Gestión de Calidad.
El Ministro Lemus presentó el 21/07/10 en la Asociación Médica Argentina la estrategia de racionalización hospitalaria.
Dijo: Las cinco llaves de la gestión clínica son la gestión, la administración, la dirección, el desarrollo de un nuevo modelo de atención y la información. Los profesionales que participan en la gestión clínica, deben plantearse cómo, a través de la dirección, la gestión, la administración y el conocimiento clínico, se deben optimizar la eficacia, la efectividad y la eficiencia de sus acciones para lograr obtener mejores resultados en la salud de la comunidad.
La realidad sanitaria de la Ciudad confirma que el plan de gerenciamiento y administración de recursos dirigidos a la optimización de la gestión clínica no es más ni menos que la convalidación de un nuevo plan de reconversión hospitalaria que tiene como eje el enajenamiento del espacio de los hospitales públicos (proyecto Plan Master en los Hospitales Muñiz, Udaondo y Ferrer) a favor de los negocios inmobiliarios y la explotación de los terrenos que hoy ocupan estos hospitales y en el mismo camino del cierre de los hospitales neuropisquiátricos (Borda, Moyano y Tobar García), en el achicamiento del recurso humanos (reducción del número de profesionales y trabajadores de la salud, a través de la falta de nombramiento y la promoción de jubilaciones anticipadas), y el ahogo presupuestario.
Para Lemus, la clave es buscar los resultados asistenciales a través de la evaluación del número de intervenciones, la calidad y el costo-beneficio y costo-oportunidad de las mismas.
Un programa a la medida del Banco Mundial.
Los teóricos no ahorran a la hora de las definiciones:
En la gestión del hospital una aptitud de los directivos es la “mejora en la productividad”. Es decir, la mejora en el número de “unidades” producidas en la institución de salud.
La meta es la satisfacción del cliente externo y el logro de los objetivos estratégicos y el manual de procedimientos son la obra cumbre de la racionalización de costos.
En el modelo tradicional de gestión hospitalaria las estructuras se han desarrollado centradas en la definición y evaluación de los puestos de trabajo, enmarcados en un organigrama jerárquico.
La teoría enuncia que la gestión por procesos (alentada por el gobierno), es la gestión de todas las actividades de la empresa que genera un valor añadido o bien, conjunto de actividades que mutuamente relacionadas o que interactúan, las cuales transforman elementos entrantes en resultados. El “proceso” identifica las entradas y salidas, los clientes, proveedores y el producto final.
En este escenario, el proceso basado en la gestión de calidad “consiste en la optimización de cada una de las actividades que componen el proceso con el fin de conseguir un resultado óptimo; los resultados son expresados como características de la salud, de satisfacción y de coste.
La productividad en su plenitud.
La crisis sanitaria contemporánea es el resultado de la organización capitalista de la salud.
La revitalización de los programas aconsejados por el Banco Mundial, la fracasada experiencia del Hospital de Autogestión en los albores de la década del 90, el programa de reconversión hospitalaria con financiamiento internacional (PRESSAL) y la privatización y tercerización de los servicios de alimentación, limpieza, lavandería y vigilancia en los hospitales porteños, la transferencia al sector de la seguridad social de la realización de los estudios para la obtención de la libreta sanitaria y los planes de compactación de hospitales, obedecen a la estructura capitalista de la salud pública, iniciada por los gobiernos mal llamados progresistas y continuada por el gobierno de Macri.
El empobrecimiento de las capas sociales medias, la desocupación y el empleo en negro han volcado la demanda de salud hacia el sector público de los hospitales de la ciudad, agravando su crisis.
El insuficiente presupuesto de salud es la llave que da paso al camino de la racionalización de recursos, para ajustarse a las “restricciones concretas”.
¡Un programa de achicamiento, de arreglate con lo que hay y gastá poco!
El gerenciamiento es la técnica de organización operativa.
El hospital por procesos es el altar para la ofrenda: la productividad.
Nosotros bregamos y luchamos por la salud al servicio de las mayorías, de los trabajadores, de los jubilados, de los jóvenes, de los desocupados, excluidos de la tecnología y de los recursos mínimos para la preservación y la promoción de la salud.
Hacia allí nos dirigimos.
Para ello es necesario reconstruir la estructura social sobre nuevas bases, sobre las bases del socialismo y el gobierno de los trabajadores.
Fuentes:
1. Gestión por procesos. Servicio de calidad de la atención sanitaria. SESCAM
Toledo, 21 de octubre de 2002
2. Programa de gestión de calidad en salud. GCBA
3. Boletín Oficial N° 1.966
GOBIERNO DE LA CIUDAD AUTÓNOMA DE BUENOS AIRES. Secretaría de Salud
RESOLUCIÓN N° 818. Créase el "Programa de gestión de calidad"
Buenos Aires, 4 de mayo de 2004.
4. Boletín Oficial N° 1.966
GOBIERNO DE LA CIUDAD AUTÓNOMA DE BUENOS AIRES
RESOLUCIÓN N° 1.069. Convalídase lo actuado por los comités de gestión de calidad conformados con anterioridad al dictado de la presente norma.
Buenos Aires, 31 de mayo de 2004.
5. PLANIFICACION 2010. ESTRATEGIAS
Ministerio de Salud. GCBA. Gestión de calidad
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