sábado, 21 de agosto de 2010

Pinocho llega al Muñiz

Dedicado a Marcelo Bonfiglio, que me inspiró!
Crónica de un día cualquiera: Pinocho llega al Muñiz

Lo de siempre.
El médico de guardia lo asistió... consultan al viejo cirujano, al que llaman con urgencia!
El tipo viene.
No hay insumos, la tomografía tarda 15 días y hay una cola de muñecos que putean porque nadie los atiende.
Les dicen que esperen, que están atendiendo al narigón, que está liquidado.
La gente se la banca porque sabe que el enfermero hace malavares y que el médico está llamando por teléfono para pedir una derivación.
Sería un milagro que en la coordinación se consiga una cama de Coronaria.
Son perseverantes, insisten con el teléfono mientras pasan los otros de la cola... que están medio destruidos.
El cirujano dice: qué querés que haga, no ves que le falla el corazón?
Entonces llega el hada milagrosa.
Más que hada está helada!
Le afanaron la guita mientras cruzaba la plaza. La mina dice: así no se puede trabajar.
Cualquier boludo te prende fuego (todos miran para el fondo y ahora si: rezan!).
El enfermero llama al de seguridad porque el bolonqui no se puede controlar. Viene el psiquiatra y fumiga con halopidol y fenergan. Otra vez la paz.
Mientras tanto pinocho se despierta.
Se le pasó la fiesta. Había salido de caravana y en Zavaleta le dieron un corte falopa.
Se levanta, pide dos pesitos para la birra y cuando ve la ley, se pianta.
El hada dice que para qué la llamaron con todo el laburo que tiene!
El psiquiatra se va al fondo porque lo llaman de raje.
El cirujano sigue en el teléfono, ahora porque no tiene anestesista.
El enfermero no da abasto. Tiene que colocarle una vía a un muñeco que ya no tiene venas.
Son las 2 de la mañana y todavía hay más laburo.
¿Alguien sabe si habrá aumento de sueldos?

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