Un lunes cualquiera.
19 de enero.
Lunes otra vez, en la letra de Sui Generis.
Anuncian lluvia y seguramente no llueva.
Nada raro. El servicio meteorológico tiene tantos desaciertos como las martingalas de la ruleta.
¿Es un lunes distinto?
Golearon a Boca y la corpo le puso un 10 al ejecutor racinguista.
Lágrimas bosteras se mezclan con matones de la barra brava que en nuevos acuerdos llevan a Di Zeo, al tope de los mandamás.
Como cualquier lunes, pero en una ciudad casi vacía.
Enero de cualquier año menos el del 2002.
Rutinas repetidas de todo el año.
Pero ¿es distinto en serio?
A la tarde, diputados nacionales del Congreso se reunirán con un fiscal que dice que los K son esto y aquello, mientras los K van a decir que el fiscal es lo otro, y la presidenta de la comisión (que fue monto, peronista auténtica, fue la "piba" ministra de la alianza, y es PRO) -que asegura que será una sesión a puertas cerradas-, manejará el fiel de la balanza a la hora de otorgar el uso de la palabra.
Un lunes más.
La podredumbre de los servicios de inteligencia locales, ahora divididos en una interna nacida en las entrañas del gobierno, sale a la superficie como cuando la inundación arrastra todo lo que flota.
El fiscal dice que tiene las pruebas, el gobierno dice que es mentira, los espías y los jueces le ponen sus fichas al que ven con mejores chances de seguir a flote.
Hoy la corpo enemiga dice que Oyarbide esta guardado, prudentemente en silencio.
Los jueces lo saben: es la hora de otear el horizonte venidero y no jugarse en una partida a oscuras.
Un lunes cualquiera.
El martes ya sabremos.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario