EDITORIAL
Primer
semestre 2013
Quienes
ejercemos en la Asociación
de Bioquímicos de la Ciudad
de Buenos Aires la representación de nuestros colegas desde el mes de
setiembre del año 2010, por el voto democrático de nuestros afiliados, hemos
sido otra vez meros testigos de otro año de paritarias secretas, inconsultas,
negociadas a espaldas de los trabajadores. Nuevamente no nos han permitido
formar parte de la mesa negociadora como por derecho propio nos corresponde
como entidad sindical de primer grado con personería gremial, haciendo
participar sólo a quienes políticamente les resulta conveniente. Este año hasta
existió un acta paritaria virtual, algo que estaba pero nunca llegó a
concretarse, como lo fue el acta 64, que vaya a saber que decía y cuáles
fueron los motivos que llevaron a dejarla de lado. Tanto es así que se pasa del
acta 63 a
la 65.
Nuevamente,
y marcando un claro desinterés por la opinión de quienes deberían representar,
vuelven a negociar sumas no remunerativas, en un claro perjuicio no sólo a
quienes realizamos nuestro trabajo cotidianamente, cobrando luego un sueldo
anual complementario que deja de serlo, sino también a nuestros jubilados, tan
poco considerados y prácticamente descartados en estas temáticas. Peor aún, las
sumas no remunerativas negociadas en el año 2012 no se incorporan a
los básicos. Tácitamente se desconoce nuestra carrera de profesionales,
achatándose la pirámide salarial de la misma. Y ya sabemos lo que pasa con
aquello que si bien existe, se va dejando de lado con el tiempo
Los
malos usos y costumbres, que se perpetúan en el tiempo a conveniencia de
algunos, y aún en contra de las leyes vigentes, se convierten en una realidad
casi inmodificable. Nuestros estados nacionales, provinciales y municipales que
pregonan la lucha contra el trabajo esclavo, la trata de personas, el trabajo
en negro y demás temáticas al respecto, son los que proponen estas desviaciones
de lo que simplemente debe ser, con el claro agravante de lo que son
y lo que ello representa: nuestros estados. Los lamentables episodios
ocurridos en el Hospital Psicoasistencial “José T. Borda”, en donde nuestro
propio estado municipal violenta a sus trabajadores y pacientes, es
simplemente una muestra más de ello. Pero atención, nuestra tarea como
dirigentes sindicales es justamente no permitirlo y velar por los intereses de
nuestros representados, ya que esa es, claramente la función que le otorga su
razón de ser a cualquier entidad sindical.
Estas
son nuestras convicciones, y las de nuestra entidad en su conjunto; las
seguiremos defendiendo y continuaremos utilizando para realizar nuestro
trabajo. Continuaremos en nuestra lucha por tener nuestra propia voz en defensa
de quienes representamos, mediante las medidas más convenientes y oportunas
para lograr nuestro objetivo, y simplemente ejercer nuestros derechos.
Comisión
Directiva
Asociación
de Bioquímicos de la Ciudad
de Buenos Aires
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