jueves, 6 de octubre de 2011

La salud, según Binner


PO 1197 6/10/2011
EXCLUSIVO DE INTERNET

¿O el negocio capitalista de la salud?


Durante su visita al hospital Garrahan, el candidato Binner declaró que el gobierno nacional carece de un plan de salud universal. Y añadió que "hay un 48% de la población que no tiene cobertura de salud hacia los que debería llegar un sistema de salud de calidad" (Urgente 24.com, 7/9). Binner dice que en Santa Fe se avanzó hacia un sistema único de salud, "con la construcción de nueve hospitales de mediana y alta complejidad y 80 centros de atención primaria", y remarca: "Destinamos una inversión inédita a la construcción de los ocho hospitales que hoy se levantan en forma simultánea".

En primer término, alguien debería decirle a Binner que en Argentina toda la población tiene cobertura de salud: la salud pública.


El sistema de salud argentino está formado por tres subsectores: la salud pública, la medicina privada (sistemas prepagos, seguros médicos y pago directo) y la seguridad social (las obras sociales sindicales). A partir de la desregulación menemista, contra la que ningún sector del pseudoprogresismo se opuso consecuentemente, las obras sociales sindicales se asociaron a las empresas de medicina privada, y juntas acordaron compartir el negocio capitalista de la salud. Algunas organizaciones sindicales fueron más allá y crearon sus propios sistemas de servicios privados bajo la fórmula de "adherentes", captando fondos provenientes de aportes particulares -negocio del que, antes de Menem sólo disfrutaban las empresas de medicina prepaga. Mientras tanto, el desfinanciamiento de la salud pública se agudizó. El vaciamiento de los hospitales y centros de salud se expresa en la decadencia edilicia, el atraso tecnológico, los salarios deprimidos y el deterioro de la calidad de atención (el Pami es el mejor ejemplo). Al mismo tiempo, el Estado nacional rescató a la atrasada industria farmacéutica, aprobando un mercado de segundas marcas (prescripción por nombre genérico) y entregando una canasta de medicamentos básicos (Plan Remediar), similar a la caja Pan del alfonsinismo.


Binner vende humo caro: las construcciones de los hospitales en Santa Fe benefician en primer término a las constructoras de la patria contratista. Desde Tribuna de Salud nos oponemos al negocio capitalista de la salud que ha crecido en forma exponencial en las últimas décadas. La salud y el sistema sanitario deben ser reorganizados a partir de un sistema único de acceso universal y gratuito, pleno de presupuesto, tecnología y capacidad de resolución de todas las necesidades de los oprimidos y excluidos. La mortalidad infantil, la muerte materna, el embarazo sin control, el aborto, son las consecuencias del vaciamiento de la salud pública en función del negocio capitalista. El reclamo por el aumento del presupuesto y del salario de los trabajadores y profesionales de la salud, el mantenimiento edilicio, la renovación de la tecnología, la disponibilidad de medicamentos e insumos, se enfrenta a las condiciones que exige este negocio -que incluye nada menos que el dominio de los pulpos económicos sobre el área vital de los medicamentos y la investigación farmacéutica.


Cuando planteamos un incremento del presupuesto para la salud, lo unimos siempre a la exigencia del control de ese presupuesto por los trabajadores de la salud, y como un peldaño en la restructuración social de la misma. No es novedad que los aumentos de presupuestos de salud de sucesivos gobiernos -sean en la nación, la ciudad o las provincias- han terminado favoreciendo el interés de los privados, vía tercerización o negociados para la "patria contratista". La consigna de un sistema único, el control de los trabajadores, el desconocimiento de la ley de patentes medicinales, por el salario y las condiciones laborales, son herramientas de organización de los trabajadores en torno de un programa de lucha. La seguridad social - el subsector de la medicina de las obras sociales- debe ser reorganizado bajo la dirección de los trabajadores y enmarcado en la tarea de expulsar a la burocracia de los sindicatos.

Reclamamos también el derecho al aborto seguro y gratuito, y nos pronunciamos contra su penalización.

Este es el programa de Tribuna de Salud para terminar con el negocio capitalista de la salud.
Luis Trombetta

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