Confesiones sobre la
reforma previsional: Alberto Fernández adelanta.
La reforma previsional
está en el índice de todos los programas de los partidos que objetivamente se
disputan la elección del próximo gobierno.
Tanto el macrismo
(que intentó llevarla adelante y se frenó) como el PJ/K admiten que es un
problema que requiere una inmediata respuesta por parte del que ocupe el sillón
presidencial.
Pero el hecho
objetivo es que el sistema de jubilaciones no es contributivo, ya que las
jubilaciones no contributivas así lo demuestran, los aportes no computan en su
totalidad (computan el promedio de los últimos años), la cantidad de años
aportados si fueron insuficientes, se corrigen/compensan con rebajas y la
continuidad de los aportes, y lo más importante, el empleo informal no genera
aportes (ni del trabajador ni del empleador).
Sin embargo, ante la
miseria salarial de la jubilación (que es un salario diferido producido por el
aporte del empleado y de su empleador), el resultado de las PASO y la
desvalorización del haber jubilatorio, Alberto Fernández admite que habrá
reforma sin afectar derechos previamente adquiridos.
Si fuera así, admite
que habrá jubilados que se joderán como hasta ahora, y otros que gozarán de
privilegios, de manera que el sistema seguirá siendo discrecional, no
contributivo y desigual.
El mismo perro con
distinto collar.
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