La debilidad política
del gobierno ha quedado demostrada tan solo con la elección primaria.
Las PASO le dieron un
mazazo que dejó grogui al mejor equipo económico y a su presidente.
Desde Wall Street en
Manhattan le avisaron que los capitalistas le quitaron el apoyo.
No fue por el
resultado a favor de Alberto Fernández sino por la caída brutal del macrismo,
que avizora un futuro inmediato de bancarrota financiera que hundirá la
economía del país, ya endeudado a 100 años!
Si el presidente
padece el Sindrome de Hubris según la opinión de especialistas consultados, no
tiene importancia.
La clase trabajadora,
los desocupados, los jubilados, sufren desde hace rato el “Sindrome de olla”,
sinónimo de cacerolas vacías.
Las medidas que hoy
se anunciarán, según economistas y opinólogos mediáticos, apenas, serán un
parche.
Los mismos que
apoyaron ciegamente al gobierno, ahora avisan que no hay medidas de emergencia
sin un programa económico!
Para los trabajadores
y jubilados, las necesidades son inmediatas: aumento salarial de emergencia,
reapertura de las paritarias, eliminación del impuesto a las ganancias sobre el
salario, control de precios de los insumos básicos, de los medicamentos, de los
alquileres de las viviendas; prohibición de aumento de combustibles y de las
tarifas de energía que consumen las familias; renegociación de los créditos
familiares y moratoria de pagos de deudas hipotecarias.
Para empezar, hay que
atender las necesidades de los trabajadores y jubilados.
La lluvia de
inversiones que prometió el macrismo, la capitalizaron los bancos y los
acreedores externos.
A los trabajadores, a
los jubilados, a la juventud, los baña la lluvia ácida del emblema amarillo.
Hay que parar la
sangría.
Que la clase
trabajadora intervenga.
Sin demora
Luis Trombetta
14/08/19
No hay comentarios.:
Publicar un comentario