jueves, 29 de agosto de 2019

Devaluación y default: la AMM mira para otro lado


Como en el 2002, la Asociación de Médicos Municipales acompaña el hundimiento social, desde la cubierta del Titanic.
Parece una evocación repetida, pero no menos adecuada.

Sería injusto no señalar que la Lista 10 que dirige 5 cinco hospitales porteños, acompaña la somnolencia oficial.
Es que el silencio y la mirada desviada, los une en sus raíces.

El gobierno porteño impuso una paritaria a la baja, que no recompuso la pérdida salarial del 2018.
Este año, el aumento fraccionado y la promesa de una cláusula gatillo, nos puso en los botes salvavidas. El hundimiento estaba cantado.

La devaluación del peso, la corrida cambiaria, la crisis económica y ahora el default, no conmueven a la burocracia sindical.
Ni a la AMM ni a las centrales obreras.

Mientras el salario se derrumba con la estampida de los precios de la canasta familiar, de los alquileres de las viviendas, de los intereses usurarios de los créditos bancarios y de las tarjetas de crédito, los dirigentes de la AMM miran para otro lado.

Las medidas anunciadas por el gobierno nacional, ni frenan la fuga de capitales ni la caída del poder adquisitivo del salario.
La banca capitalista se lleva las ganancias a mano llena.
Y nosotros y todos los trabajadores, estamos de punto.

No podemos marchar sumisos a la catástrofe.
Más temprano que nunca, tenemos que defender nuestro salario.

Para parar la fuga de capitales, y que la tormenta del default no nos lleve al infierno, los trabajadores debemos organizar nuestras fuerzas.
La clase trabajadora, de la que formamos parte, debe tomar la iniciativa de lucha.

Organizar asambleas, mandatar delegados y convocar a la movilización de todos los médicos del gobierno de la ciudad.
Hay que vencer la parálisis que impone la burocracia sindical.
Es tiempo de actuar en defensa de nuestro salario.
Sin demora.

Luis Trombetta
29/08/2019

miércoles, 21 de agosto de 2019

La Asociación de Médicos Municipales en su laberinto: ¿qué dirán sus consultores?


El comunicado de la AMM integra la línea política de apoyo al macrismo, expresada de diferentes formas que conviene recordar.
Sus consultores analizan cómo no enfrentarse al gobierno.

Durante el gobierno de CFK la AMM responsabilizó al ejecutivo nacional de mantener el gravamen a la cuarta categoría, evitando el reclamo de la suspensión del impuesto al salario, verbigracia ganancias.

Ahora ante el giro del macrismo, que es necesario denunciar como insuficiente ya que entre otras cuestiones no modifica la escala de porcentajes de retención, la AMM se presenta atenta al impacto que produciría en los sueldos.

Pura charlatanería, sintonizada con el gobierno.
Ni asambleas, ni consultar a los médicos.
Ni hablar de hacer un reclamo serio, y menos movilizar a las bases!

La otra cuestión también eludida, es que de acuerdo a la paritaria, corresponde ajustar el aumento del salario, con la diferencia entre el índice de precios al consumidor o inflación mensual y el porcentaje firmado, que significaría replantear no solo este mes, sino recomponer el salario retroactivo con la devolución del impuesto a las ganancias ya pagado, ya que las retenciones mensuales se ajustarían con el nuevo mínimo imponible.

Esto significa que la paritaria firmada, saltaría por el aire, como se prevé que suceda con todos los acuerdos firmados.
Hay preocupación en el gobierno, por el alcance del re cálculo del salario, ahora ajustado con la devolución pertinente.
¡Incluso, correspondería una devolución sobre la retención del aguinaldo!

También está el asunto del bono, que además de insuficiente, la Ciudad no ha convalidado aún.
Todo el esquema salarial, hasta los aportes previsionales y sindicales, se verán afectados por el aumento del mínimo no imponible.
Por supuesto, la burocracia se hace la distraída de la devaluación del 30% que se descarga sobre el poder de compra.

En definitiva, el anuncio del gobierno es menos que humo.
En la retirada, queman cartuchos de pólvora mojada.

El escenario está definido: hay que movilizar a los médicos y reclamar la convocatoria a paritarias con mandato de las bases, un aumento salarial de emergencia igual a la devaluación (30%), y exigir la eliminación del impuesto a las ganancias.

Y por supuesto, iguales condiciones para los jubilados.
Luis Trombetta
20/08/19

miércoles, 14 de agosto de 2019

La lluvia ácida de Macri y el sindrome de Hubris


La debilidad política del gobierno ha quedado demostrada tan solo con la elección primaria.
Las PASO le dieron un mazazo que dejó grogui al mejor equipo económico y a su presidente.
Desde Wall Street en Manhattan le avisaron que los capitalistas le quitaron el apoyo.

No fue por el resultado a favor de Alberto Fernández sino por la caída brutal del macrismo, que avizora un futuro inmediato de bancarrota financiera que hundirá la economía del país, ya endeudado a 100 años!

Si el presidente padece el Sindrome de Hubris según la opinión de especialistas consultados, no tiene importancia.
La clase trabajadora, los desocupados, los jubilados, sufren desde hace rato el “Sindrome de olla”, sinónimo de cacerolas vacías.

Las medidas que hoy se anunciarán, según economistas y opinólogos mediáticos, apenas, serán un parche.
Los mismos que apoyaron ciegamente al gobierno, ahora avisan que no hay medidas de emergencia sin un programa económico!

Para los trabajadores y jubilados, las necesidades son inmediatas: aumento salarial de emergencia, reapertura de las paritarias, eliminación del impuesto a las ganancias sobre el salario, control de precios de los insumos básicos, de los medicamentos, de los alquileres de las viviendas; prohibición de aumento de combustibles y de las tarifas de energía que consumen las familias; renegociación de los créditos familiares y moratoria de pagos de deudas hipotecarias.

Para empezar, hay que atender las necesidades de los trabajadores y jubilados.
La lluvia de inversiones que prometió el macrismo, la capitalizaron los bancos y los acreedores externos.
A los trabajadores, a los jubilados, a la juventud, los baña la lluvia ácida del emblema amarillo.

Hay que parar la sangría.
Que la clase trabajadora intervenga.
Sin demora
Luis Trombetta
14/08/19

lunes, 12 de agosto de 2019

Las PASO detonaron la crisis


Las PASO detonaron la crisis

Los capitales especulativos, los inversores financieros, los tenedores de deuda argentina, los poseedores de acciones, los bonistas, le dictaron la condena a Macri.
La corrida del dólar es apenas un capítulo de la crisis del mercado accionario, que se desplomó un 60%.
La desconfianza en el gobierno de Cambiemos, incapaz de asegurarle el pago a los acreedores internacionales y cumplir con los compromisos de la deuda contraída con el FMI, desató la antesala de una crisis política que está a punto de llevarse puesto a Macri, que deberá resistir el derrumbe de su gobierno y olvidarse de su reelección presidencial.
Es el mensaje que le dan los capitalistas y también el PJ y el kirchnerismo: garantizar la gobernabilidad.
Macri enfrenta un escenario de extrema volatilidad financiera, que aumenta la incapacidad de pago de la deuda externa.

El aumento de las tasas para depósitos a la vista es una receta que no detiene la fuga de capitales.
No son los pequeños ahorristas que se refugian en la compra de divisas los que empujan la crisis.

Son los bancos y las financieras que aumentaron el spreed a valores enormes: en 72 horas compraron dólares a 46 y llegaron a vender a 65!

El traslado a los precios será inevitable.
Los combustibles están dolarizados.
Las tarifas de servicios públicos están dolarizadas.
Y los salarios se devaluaron un 25% en un día.

Al borde de la hiperinflación, los capitalistas fugan sus divisas, mientras la miseria social se vuelca sobre los trabajadores y jubilados.

Y ¿qué dicen los Fernández?
-  Vamos a pagar. No queremos defoltear!

El macrismo se deshace y el kirchnerismo le promete a los “mercados” que pagarán la impagable deuda.

Sólo la clase trabajadora podrá frenar la hiperinflación que se asoma.
Sólo la huelga general y la movilización social, podrá exigirle a Macri un aumento salarial de emergencia e imponer el control de precios para los artículos de la canasta familiar.

El traslado de la devaluación a los precios de los alimentos está en marcha.
En TN se admite que no hay precios de referencia.

Más que nunca la salida está en manos de la clase trabajadora.
Ni Macri ni los Fernández son la salida a la crisis.

Luis Trombetta
12/08/19