martes, 2 de abril de 2019

No, no es raro. Es imbécil


Martes de noche.
Un día de recuerdos y homenajes.
Los portales, noticieros, los diarios, nos recuerdan Malvinas.
Pero la realidad diaria se cuela inmediatamente.
Imposible salir de la cotidianeidad.

La situación económica es alarmante.
El pronóstico es pésimo: entraremos en un default, en una hiperinflación, las leliq son la última estación del hundimiento social.
Pero la noticia que más me impresiona, es el cálculo de inflación para este año, medido, pronosticado por consultoras privadas con visión optimista: 37%.
4% para marzo.
La noticia la anticipa TN, de discurso oficialista, aunque mostrando la quiebra del frente patronal del gobierno.

Entonces me pregunto qué impulsó a nuestros delegados paritarios, a firmar un acuerdo que además de clandestino fue insuficiente desde todo punto de vista.
Ni recompuso la pérdida salarial del 2018 ni protege el salario del 2019.

Y pienso cuál es el rédito que consiguen estos representantes, al votar en contra de los mandatos de las pocas asambleas que se reunieron (a contramarcha de los intereses de nuestra burocracia sindical, que reúne a los Consejeros en el polideportivo, sin consultar a las bases, a nosotros), y que en los pocos casos en los que los médicos nos pronunciamos, votan en contra de la opinión consensuada en las asambleas.

¿No es raro que esto suceda?
¿No parece una imbecilidad, aprobar un acuerdo que nos perjudica?
¿No es desconcertante que los representantes elegidos, representen mejor a la patronal (al gobierno de la CABA) que a los que trabajamos, que a sus propios votantes?

No.
No es raro ni inusual.
Es la naturaleza de la burocracia sindical.

Luis Trombetta

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