lunes, 18 de diciembre de 2017

AMM: un silencio cómplice

Asociación de Médicos Municipales
Un silencio cómplice

Como muchas otras veces, la Asociación de Médicos Municipales se manda a guardar.
No es nuevo ni casual.
Rehúyen de los paros, de las movilizaciones y de las asambleas.
Está en su ADN.
Mientras los médicos vemos un futuro jubilatorio de postergaciones y penas, los dirigentes de la AMM cierran filas con el macrismo porteño.
No hay lugar para los ni.
O apoyas el reclamo, o aceptas la miseria jubilatoria.
O te pronuncias contra la confiscación del salario y repudias la reforma previsional, o estás con el ajuste.
No hay intermedios.
La AMM es fiel al gobierno y disimula frente a las propias bases.
No hay lugar para indecisos.
Se juega el presente de muchos y el futuro de muchos más.
El nuestro.
El levantamiento del paro de la UTA aporta un capítulo a la quiebra de la burocracia cegetista.
Habrá colectivos, pero pararán (hasta ahora) trenes y subtes.
El disloque es total.
A estas horas, suenan cacerolazos en las calles de la CABA.
Como trabajadores, como asalariados, sufrimos las mismas condiciones que toda la clase trabajadora.
El paro y la movilización, son nuestra forma de protesta.
Mañana el paro en los hospitales y centros de salud, se impondrá por su propio peso: Federación parará al igual que el SUTECBA.
La AMM ya tomó partido: está contra el paro.
Más que nunca, la burocracia médica juega a favor de la patronal.
La palabra ahora, la tienen las bases.
Nosotros.

Luis Trombetta

Un estado de sitio de cuño propio


En los hechos, el gobierno instaló un estado de sitio de cuño propio
La movilización de miles de trabajadores que ocuparon las calles de la Ciudad, y que enfrentaron la represión policial, imprimen un nuevo rumbo en la lucha política.
Carrió denunció el “estado de hecho”, y lo definió como un golpe de estado.
Para la diputada de republicanismo parlante y oscuro pasado de facto, la lucha en las calles, la huelga y las movilizaciones apuntan a la destitución presidencial.
Lejos de un acusante golpismo, la calle es el escenario de la protesta social.
La cacería lanzada por la policía, varias horas después de la desconcentración, aún sesionando el congreso, es la imposición de un estado de sitio no declarado.
La huelga, la ocupación de fábricas y la movilización, y la lucha callejera están a la orden del día.

domingo, 17 de diciembre de 2017

Los médicos también nos jubilamos

¿Y los médicos?
También nos jubilamos!

Lejos de una posición “hegemónica”, me pregunto qué dice nuestro gremio.
(Demás está decir que estoy harto de escuchar este latiguillo “modelo médico hegemónico”, como si no me tuviera que levantar todos los días a las 6 de la mañana para ir a trabajar y que mi jornada termine a la noche todos los días y que además tenga que escuchar a los “falsoprogresistas” despotricar contra el “modelo”, negando nuestro COMUN carácter asalariado, TODOS explotados por el estado y las empresas privadas de salud)

Justamente a eso me refiero: ¿qué dice nuestra Asociación de Médicos Municipales sobre nuestro futuro jubilatorio?

En los mentideros se dice que en la CABA nos jubilamos con un 50% de nuestro salario.
Dependerá entonces de la antigüedad (categoría), de la posesión de cargo (ejecución o conducción) y de la carga horaria (muchas veces independiente del cargo), para redondear esa mitad de sueldo activo.

La “maldad” del sistema, y me refiero no sólo al previsional, sino al conjunto del orden social, condena a los jubilados y también a los trabajadores activos.

En particular, los médicos de la salud pública del Gobierno porteño tributamos el impuesto a las ganancias, como si fuéramos los CEO de las multinacionales.

Hay un abismo entre el “bruto” y el “neto”. Contando con los aportes (legítimos) al sistema previsional, al sindicato, a la obra social (a la que aportamos “doble”), más el impuesto a la 4ª categoría, los descuentos rondan el 30% del haber bruto.
Y si sumamos los ingresos no retributivos, veremos que una buena parte del salario, tampoco contribuye con el cálculo del haber jubilatorio.

Como la especulación habita en los burócratas, cuando les llega la cercanía a la edad de jubilarse, aprovechan para integrar las listas gremiales, seguros que la inmunidad que protege a los representantes gremiales, les garantiza el salvoconducto a la cesantía por edad.
Miserias de la vida, son los delegados gremiales que pretenden salvar sus pellejos, de espalda a los miles que los votan.

En los últimos días el gobierno lanzó el ajuste a los jubilados.
Macristas y peronistas acordaron en el Senado y prometieron apoyar la confiscación.
No hace falta describir lo que ya todos sabemos y vivimos.
La burocracia sindical se esconde y maldice tener que asomar la cabeza.

Pero vayamos a lo que propongo discutir: ¿y los médicos?
La AMM es un acuerdo de oportunidad, ante el gobierno de turno, refritado de viejas alianzas entre radicales y peronistas, con toques de variados otros linajes políticos, también patronales.
Y todos se esmeran por sacarle el culo a la jeringa: mejor no hablar, mejor no sacar los pies del plato.
Pero por abajo, la pregunta de cómo será nuestro futuro jubilatorio, frecuenta a los de más de 55, sub 65.
¿Nos alargan la edad?
Mejor quedarse antes que te bajen el sueldo…
¿Y entonces?

No hay respuesta para los médicos, diferente para el conjunto de todos los trabajadores.

La reforma laboral, el ajuste a los jubilados, el beneficio a la patronal, nos castiga a todos los trabajadores.
Por eso me tiene harto el asunto del “modelo médico hegemónico”, como si no fuéramos explotados por la misma clase patronal y como si los médicos fuéramos socios del capital  empresario!

Somos trabajadores asalariados y empobrecidos, como todos.
Explotados como cualquier asalariado.
(Advierto que recibiré la crítica de tirios y troyanos).
Ojalá dispare algún tipo de debate.

Luis Trombetta

PD: me tomo el atrevimiento de citar a Jorge Altamira, en una nota publicada en Prensa Obrera.


La crisis previsional tiene un significado estratégico, porque pone de manifiesto la imposibilidad del capital para asegurar la supervivencia de la clase que explota. Por eso sólo será resuelta por una reorganización socialista de la sociedad. La jubilación es un salario diferido que debe adelantar el capital con sus ganancias realizadas o esperadas. La insurgencia del capital contra el aumento de la expectativa de vida de los trabajadores, es una expresión concluyente de su decadencia histórica.

domingo, 3 de diciembre de 2017

Un nuevo "Día del Médico", una vieja historia.

Agradezco muchísimo los saludos por el día del médico.
Se festeja en honor a Finlay, por el descubrimiento del vector transmisor de la fiebre amarilla.
Mucho ha pasado desde aquella época.
Hasta la re introducción de la enfermedad, tras el abandono de las campañas de erradicación del mosquito transmisor, en 1963.
Hoy los médicos tenemos un escenario sanitario, laboral, difícil.
De las conversaciones diarias entre compañeros de trabajo, aparecen temas recurrentes: demasiado esfuerzo físico e intelectual, poca remuneración, poca satisfacción personal.
Tampoco es un nuevo escenario: se repite desde hace años y lo he vivido a lo largo de todos estos años de trabajo profesional.
Un plan de gobierno que desata viejos proyectos que nacen desde la reforma del estado de Menem, allá por la ANSSAL, cuando se planteó por primera vez la creación de un plan de asistencia universal de bajo costo.
Re leyendo los antecedentes, coinciden con los postulados de Alma Ata: primer escalón de atención y costos políticamente "posibles", para igualar países subdesarrollados.
Todo bajo la directiva del Nuevo Orden Económico Internacional (Punto III de la declaración de 1978).
Y como al pasar, Alma Ata no se dirigió a los "profesionales " médicos o de otras profesiones. Su ideario fue el "agente sanitario" de la comunidad, y la auto responsabilidad comunitaria (declaraciones del Director General de la OMS)
En el plano local, una representación gremial en el Hospital público de la CABA que renueva su representación manteniendo el silencio sobre los planes del macrismo.
Sería injusto responsabilizar únicamente al macrismo. Lleva la firma del PJ en todas sus variantes.
La CUS es un refritado de la Cobertura Porteña, pero más picante.
Veremos hasta dónde se impone.
Es una película en "continuado".

Género: terror.