jueves, 6 de abril de 2017

Viva la huelga general!

Caminamos desde Almagro, por Rivadavia, hasta el Obelisco.
Se dicen mentiras, se calumnia en favor de la patronal, se desprecia a los obreros, se ataca a los que defienden sus salarios.
No hay que asombrarse: pertenecen y defienden sus intereses de clase.
Muchos, sin pertenecer a la clase patronal, resultan defensores asistentes de los que los explotan.
Destilan su veneno, su odio de clase como si ellos fuesen beneficiarios de tal favor a los verdugos. A sus verdugos.
Como contaba, la caminata fue larga, recorriendo la calle y observando negocios vacíos, otros cerrados, y ausencia completa de colectivos.
Escasos taxis (como si ahora fueran los depositarios de la dignidad nacional) y vacíos (solo para gente con mucho efectivo), y también, muy pocos caminantes.
Hoy santifican a los taxistas.
A partir de mañana los vuelven a putear, porque tienen el auto sucio, porque son desprolijos, porque se creen los dueños de las calles, y por supuesto, porque son los de siempre.
Pero resulta que todas las calumnias, todos las desmentidas del inmenso paro nacional, se acaban en la mismísima calle.
Les dejo las fotografías del camino al Obelisco.
Plaza Once desierta. Congreso vacío.
Y algunos pasajes de la concentración en el Obelisco.
Viva la clase obrera.




























Viva la huelga general.

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