jueves, 23 de octubre de 2014

Ebola: oro, diamantes y pobreza extrema

Ebola: oro, diamantes y pobreza extrema


En 1976 el investigador belga Peter Piot descubrió un nuevo virus que azotaba las aldeas del Zaire, hoy República Democrática del Congo.
Yambuku, una aldea del Zaire profundo fue el escenario de una nueva enfermedad que diezmaba la población, y alcanzaba una mortalidad de 90%.
El Centro de Control de Enfermedades (CDC) en los EEUU confirmó el nuevo virus que recibió el nombre del río cercano a la aldea de Yambuku: Ebola.
Del murciélago de la fruta, el virus se extendía entre animales selváticos, y tras el contacto accidental y con la caza, iniciaba el contagio entre humanos.
Monjas misioneras –único e insuficiente recurso sanitario- reutilizaban jeringas y agujas contaminadas exponiendo a los pobladores a la hepatitis B (de alta prevalencia en el Africa Subsahariana), expandiendo la enfermedad entre los pobladores cuando aún no se conocía el sida.
Hoy con más de 3800 muertos, la epidemia está fuera de control, y se expande a Europa y EEUU. Según Piot los viajes y la vida en entornos urbanos dificulta o imposibilita la imposición de cuarentenas que intentan limitar la diseminación.
La situación epidemiológica en Africa occidental es dramática.
El primer brote ocurrió en Guinea y de allí se extendió a Liberia, Sierra Leona y Nigeria.
Guinea es un país pobre, rico en bauxita, uranio, diamantes, oro y aluminio, pero el 60% de su población de 10 millones esta por debajo del umbral de la pobreza.
Su economía, una de las más pobres del mundo, depende de la ayuda internacional.
Con escasos medios de transporte, la tracción a sangre es el medio habitual.
Datos del 2003 indican que solo el 29.5 % de los adultos saben leer y escribir, un 42.6 % de alfabetos son hombres y un 18.1 % son mujeres.
Liberia sustenta su economía en la exportación de hierro.
Hacia julio de 2009, según el Banco Mundial, la tasa de desempleo era de 88%.
Trabajo ilegal y condiciones insalubres, caracterizan la explotación mineral.
Por Liberia y Sierra Leona circula el mayor tráfico de diamantes.
Sumido en 2 guerras civiles, la población posee un PBI per capita de 340 dólares.
La guerra civil sacudió a Sierra Leona durante 9 años, fundada como Liberia para establecer esclavos liberados.
Su población es un mosaico étnico-lingüístico con una economía enlazada a Liberia, que fue víctima de la guerra, matanzas y hambre, que provocaron el desplazamiento de 2 millones de personas durante la guerra civil.
Sierra Leona es el segundo país más pobre del mundo. Cerca de dos tercios de la población en edad de trabajar viven de la agricultura de subsistencia.
La extracción de diamantes es la mayor fuente de divisas.
La población por debajo de la línea de pobreza alcanza al 68%.
Su población (un poco más de 6 millones de habitantes), tiene una esperanza de vida de 36 años; el 36% habita zonas urbanas y la mujer promedia los 6 hijos.
Nigeria es el país más poblado de Africa (más de 174 millones de habitantes) con una economía que creció al 8 y 9% entre 2008 y 2009, sustentada en la extracción de petróleo.
Allí la poliomielitis domina la escena. El atraso cultural y la religión hacen fracasar los programas de vacunación. Es el país con menos casos notificados de Ebola.
Miseria, guerras civiles, matanzas, desplazamientos poblacionales y la explotación del trabajo en las minas, son el escenario en el que el Ebola expande la muerte.
En Guinea la OMS reconoce que “uno de los principales obstáculos para controlar la enfermedad es la violencia ejercida por una población empobrecida, aterrorizada y destrozada que no sabe contra qué hay que luchar y se defiende de la única forma que puede”; “varios trabajadores sanitarios de diversas partes del país fueron atacados brutalmente por multitudes enfurecidas, lo que obligó a algunos equipos médicos a huir para salvar sus vidas. Un equipo se escondió en el monte durante más de un día. Otros vieron cómo una multitud destrozaba sus vehículos y cogían y quemaban públicamente sus medicamentos y equipos, a modo de ritual de limpieza”
En Libera los servicios de salud están abrumados.
“Probablemente nunca se sabrá la cifra real de muertes, puesto que en West Point, un tugurio notoriamente pobre, sucio y superpoblado de la capital, Monrovia, los cuerpos simplemente se han arrojado a los dos ríos de las inmediaciones”. Mientras el Ebola es imparable, se acerca la temporada de paludismo; los antipalúdicos y los mosquiteros están agotados.
Sin alimentos ni combustibles aumentan la miseria y la muerte.
La República Democrática del Congo sufre su séptimo brote, que se inició de la forma habitual a través de la manipulación de carne de animales salvajes.
La Directora General de la OMS, la Dra. Margaret Chan es contundente: los ricos obtienen la mejor atención; a los pobres se los deja morir.
La enfermedad, hasta ahora limitada a poblaciones africanas pobres, no despertó el interés de la investigación y de la industria farmacéutica. “Una industria guiada por los beneficios no invierte en productos para mercados que no pueden pagar”.
Los casos en España, la expansión europea, en los EEUU y al resto del planeta, no son consecuencia de un evento natural inesperado.
Son consecuencia de las condiciones sociales y políticas de una región desvastada por la pobreza.

Luis Trombetta
para Infectología actual.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Muy bueno. Gracias.