Acto a 4 años del
asesinato de Mariano
Ferreyra
Luego
del asesinato de Mariano Ferreyra, la lucha contra la tercerización laboral
cobró un impulso inusitado. En contradicción con el relato oficial, que pretende
eximir al kirchnerismo de cualquier responsabilidad, la reforma reciente del
Código Civil ha reforzado los beneficios que la tercerización ofrece a las
grandes empresas.
En
las horas posteriores al crimen, bajo la presión de la movilización popular, el
Ministerio de Trabajo asumió compromisos que estaba decidido a incumplir. Carlos
Tomada había hecho públicamente una cerrada defensa de la tercerización
laboral.
Cuando
dos meses después del asesinato, los tercerizados cortaron las vías para exigir
la concreción del pase a planta prometido por los funcionarios, desde el
gobierno se urdió un monumental operativo para criminalizar a los ferroviarios y
al Partido Obrero. Recordemos: mientras los tercerizados cortaban las vías en
Avellaneda, las patotas de la burocracia, que todavía no había sido rozada por
el proceso judicial, protagonizaban destrozos en la estación Constitución con
objetivos intimidatorios muy precisos. En efecto, tres días después, desde una
sede oficial y ante todos los medios de comunicación del país, la ex ministra
Nilda Garré aseguraba que entre los provocadores se encontraban nada menos que
diez militantes del PO. El entonces secretario de Transporte Juan Pablo Schiavi
radicó de inmediato la denuncia penal, según dijo por instrucción de la
Presidenta de la Nación. El libreto lo había escrito Horacio Verbitsky en una
columna dominical de Página/12 plagada de mentiras. Los dirigentes de la
agrupación Causa Ferroviaria, en la que militaba Mariano, fueron detenidos. Los
liberaron días después, ante el enorme repudio popular y la completa falta de
pruebas en su contra.
Sólo
después de esta lucha política descomunal comenzaron a ser efectivizados por
tandas los compañeros con los que se movilizaba Mariano. El 20 de enero de 2011,
como corolario de este proceso, se produce el diálogo en el que Tomada aconseja
a Pedraza "hacerle la cabeza" a los tercerizados.
La
tercerización ha sido uno de los pilares del "modelo K", porque es un recurso
para precarizar las condiciones de trabajo y abaratar la mano de obra. Desconoce
los convenios colectivos y produce una división entre "efectivos" y
"tercerizados". La tercerización campea a sus anchas en todas las ramas de la
producción, disimuladas como prestadoras de servicios. Continúa instalada con
todo en el ferrocarril, enriqueciendo a los mismos empresarios que hacían
negocios con Pedraza y Schiavi.
Randazzo
Desde
la asunción de Randazzo en la gestión ferroviaria, la tercerización no hizo más
que crecer.
Bajo
esa modalidad se realizan todas las obras de infraestructura posteriores a la
masacre de Once. Están a cargo de empresas como Herso, Sogesic, Ferromel, Comsa,
Copimex y otras, que son propiedad de Romero, Roggio y algunos socios menores
del negocio ferroviario.
Los
despidos son sistemáticos. El año pasado, la Coordinadora de Tercerizados
Ferroviarios empadronó a 500 trabajadores de todas estas empresas y lanzó un
plan de lucha por la reincorporación de los despedidos y el pase a planta. El
Ministerio de Trabajo prolongó la negociación, mientras Randazzo y las
patronales despedían a los activistas y cerraban obradores para quebrar esta
batalla que se extendió durante todo 2013. Randazzo nunca respondió a los
pedidos de audiencia de los trabajadores.
En
el rubro de la tercerización, también se anotan las empresas de "seguridad".
Emplean a centenares de trabajadores en la custodia de los cables de señales,
dependencias, andenes y formaciones. Son propiedad de los mismos grupos
económicos que "gestionan" la red. A fines del año pasado, Hunter SA, propiedad
del grupo Romero, despidió a 40 trabajadores, toda su plantilla en el Roca y
cerró los obradores de Herso. Hace una semana atrás, una manifestación de
compañeros de Segmar SA arrancó una audiencia en el Ministerio de Trabajo para
denunciar el apriete al personal para que renuncie como condición de traspaso a
las empresas Mapra, Rebor y Morata, que reemplazarán a Segmar en el Mitre y el
San Martín, las líneas que opera Roggio a través de Corredores Ferroviarios SA.
Los compañeros exigen un compromiso de continuidad laboral, la preservación de
la antigüedad y los demás derechos adquiridos, y el cobro de deudas por horas
extras nunca liquidadas.
En
el Sarmiento, los compañeros de la ex JB, hoy CI5, siguen tercerizados aunque
conquistaron un adicional que los equipara con la categoría inicial del personal
ferroviario. En Ferrosur, la empresa de carga del Roca, los tercerizados de
Millenium hacen tareas de banderilleros o cambistas. Quedaron afuera del pase a
planta de 2011 y son compañeros con mucha antigüedad.
El
20 de octubre próximo, en el cuarto aniversario del crimen de Mariano, nos
movilizaremos una vez más por el juicio y castigo a todos los culpables y contra
la tercerización laboral.
-
Perpetua a todos los culpables
-
Basta de patotas.
-
Fin de la tercerización laboral.
Agrupación
Estatales en Lucha
COORDINADORA SINDICAL CLASISTA -
PO
Pagina web: www.estatalesenlucha.org
E-Mail: estatalesenlucha@gmail.com
Twitter: https://twitter.com/Estatales_Lucha
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