Los cacerolazos del
día de ayer se producen en el contexto de un descontento creciente
en diversos sectores de la población, como lo atestiguan las
manifestaciones contra el impuesto al salario, las movilizaciones contra De la
Sota y
Scioli, uno por el ajuste contra las jubilaciones, el otro por el atraso en el
pago del medio aguinaldo, o las protestas contra los intentos de
desestabilización contra Santa Cruz, por parte del gobierno nacional, y
finalmente, pero muy importante, la huelga del subte porteño. Son un resultado
de la desorganización económica provocada por el gobierno kirchnerista y sus
infranqueables contradicciones.
Los cacerolazos de ayer tienen, sin embargo,
limitaciones insalvables, porque no se puede manifestar en la Ciudad de Buenos Aires o en la capital de
Córdoba, o incluso frente a la residencia de Olivos sin repudiar la acción
anti-popular de los gobiernos locales, que encabezan Macri, De la Sota o Scioli. Pretender el reemplazo del
gobierno nacional por la línea política que encabeza cualquiera de los
mencionados sería un despropósito. No se puede denunciar la corrupción K para
esconder la corrupción y el espionaje de los 'opositores' mencionados.
¿Es posible protestar contra la evidente
desorganización económica que promueven los K sin decir una palabra del pago de
casi cuatro mil millones de dólares de un certificado usurario (el cupón PBI de
la deuda externa) a fin de año, que ni siquiera corresponde a una deuda
efectiva contraída por la población?
El Partido Obrero se delimita del modo más
rotundo de la orientación política de los cacerolazos del día de ayer.
Señalamos el papel protagónico del arzobispado
de Buenos Aires en la promoción de esta movilización, con el propósito de
oponerse a las reformas laicas en el código civil.
Pero por las reacciones de la presidenta
-"me quieren poner nerviosa" - y de Aníbal Fernández- "fue
importante"- anticipamos que el gobierno buscará un compromiso con la
derecha.
El Partido Obrero advierte que sería una
tragedia nacional sustituir a los K por la laya de los Macri. Invita a los
sectores genuinamente indignados a reflexionar acerca del contenido político
que debe tener la lucha contra el presente estado de cosas. No hay que salir
del presente impasse por la derecha sino por la izquierda.
El Partido Obrero opone a la perpetuación del
poder personal y a la re reelección el derecho de revocatoria de todos los
funcionarios públicos por parte de la ciudadanía.
Llamamos por eso a confluir en masa a las
movilizaciones de esta semana de la juventud trabajadora y estudiantil, que
arranca con la que conmemora el crimen cometido por la dictadura militar en
"la noche de los lápices" y, luego en la marcha por la aparición con
vida de Jorge Julio López.
Llamamos a luchar contra la estatización
política de los sindicatos y organizaciones estudiantiles, por la independencia
del movimiento obrero y estudiantil respecto del Estado y por la plena vigencia
de las libertades democráticas y el derecho de organización; por el no pago de
la deuda externa.
Manifestemos allí nuestra protesta contra la
inseguridad que provocan los crímenes policiales por gatillo fácil y la
delincuencia amparada por la federal y la bonaerense, y por último para
reclamar Justicia para Mariano y la condena a perpetua de la mafia 'sindical'
encabezada por Pedraza.
Partido Obrero
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