domingo, 6 de septiembre de 2009

La receta de Cristina contra la gripe



La pandemia de gripe golpeó fuerte en Argentina.
La enfermedad mostró su capacidad de rápida extensión; afortunadamente su letalidad fue baja.
No así la morbilidad: la epidemia se hizo sentir en todos los rincones del país provocando una enfermedad febril aguda, invalidante, aunque de mortalidad limitada.
La expectativa en la formulación de una vacuna eficaz, no supera por ahora la declamación.
Así lo refleja La Nación cuando publica que CFK le reclamó a los laboratorios internacionales la cesión de las patentes de las vacunas contra la gripe A.
Cristina declama en el Mercosur, comprar vacunas a través de la OPS y se desborda verbalmente: "Ante la confesión de los laboratorios de la incapacidad de producción de la vacuna para la gripe A para todo el mundo, corresponde la suspensión de los derechos económicos para proteger la salud de la humanidad", dijo la mandataria durante la apertura de la Feria Mundial de Municipios y Salud, en el complejo de Costa Salguero (La Nación).
Cristina no supera su propio discurso: "Frente a lo humanitario no hay predomino de los económico, sin desconocer los derechos legales" (La Nación), y le ofrece a las multinacionales colaborar con la capacidad ociosa de la industria instalada, esquivando la cuestión central, la propiedad de las patentes.
El gobierno kirchnerista sigue en la materia la política de su antecesor Duhalde.
Después del default del 2001 los medicamentos se dolarizaron y los salarios cayeron en picada, además de la creación de cuasimonedas y la confiscación de los depósitos bancarios, en salvaguarda de los bancos quebrados.
El aumento del precio de los medicamentos generó mayor angustia entre los trabajadores y la clase media que sufría la caía en picada de su poder adquisitivo.
En la Organización Mundial de Comercio (OMC) advirtieron el problema y la “ronda de la Doha” emitió un documento sobre los Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual relacionados con el Comercio (ADPIC).
Este acuerdo de la OMC señalaba que “La protección de la propiedad intelectual alienta a los inventores y creadores porque pueden esperar obtener beneficios futuros de su creatividad, lo que fomenta las invenciones, por ejemplo, de nuevos medicamentos, cuyos costos de desarrollo pueden ser a veces sumamente elevados, lo que significa que los derechos de los particulares también generan beneficios sociales”.
La declaración es contundente: la protección de las patentes expiran después de transcurrido un tiempo determinado. Nada menos que 20 años.
Pero un aspecto del documento que desde Duhalde a Cristina ha sido omitido, es que “En el caso de las patentes, permite que los gobiernos establezcan excepciones de los derechos de los titulares de patente en caso de emergencia nacional o de existencia de prácticas anticompetitivas, o cuando el titular del derecho no ponga a disposición la invención habiéndose cumplido determinadas condiciones. En cuanto a las patentes de productos farmacéuticos, la flexibilidad se ha precisado con mayor claridad y reforzado mediante la Declaración de Doha sobre los ADPIC y la Salud Pública, de 2001” (fuente OMC).
En Argentina la emergencia nacional fue declarada por Duhalde con Ginés G. García.
Este fue el argumento que esgrimió el ministro de CFK cuando para evitar la declaración de emergencia sanitaria, dijo que ya estaba declarada desde el 2002!
La propia OMC que obliga a sus miembros a proteger el derecho de patentes de sus inventores (propietarios) tiene una cláusula de excepción (declaración acuerdo sobre los ADPIC, artículo 27, párrafo 2) que libera a los gobiernos excluyéndolos de la obligación de cumplir el acuerdo, en caso que de… “proteger el orden público o la moralidad, inclusive para proteger la salud o la vida de las personas o de los animales o para preservar los vegetales, o para evitar daños graves al medio ambiente, siempre que esa exclusión no se haga meramente porque la explotación esté prohibida por su legislación”… pudiendo excluir los métodos de diagnóstico, terapéuticos y quirúrgicos para el tratamiento de personas o animales (OMC).
CFK vende humo.
Tiene que recurrir a la compra a través de la OPS debido al acuerdo que el ADPIC especifica sobre las importaciones paralelas.
Actualmente hay desacuerdos sobre este tema.
Es un conflicto no resuelto que tiende a proteger al propietario de un producto patentado frente a la eventualidad de una comercialización paralela, es decir, fuera de su territorio y con diferente precio.
De esta manera el Mercosur podría saltear la controversia y conseguir un trato mejor con las multinacionales farmacéuticas, adscribiendo a la corriente que sostiene el “agotamiento territorial”.
Esto significa que el propietario no puede impedir la circulación de mercaderías una vez que fueron vendidas en ese espacio geográfico. Esta postura habilita la venta entre países que pertenecen a la región.
Las multinacionales reclaman el derecho de patentes y de comercialización en todo el mundo, más allá de las fronteras nacionales de cada país, pero la OMC encuentra intereses contrapuestos entre la misma burguesía propietaria de las patentes.
Como se ve, los Nac & Pop evitan la confrontación con el imperialismo, aún dentro de los (estrechos) límites de disenso que la propia OMC permite!.
Ya lo había demostrado Duhalde y Ginés cuando no se atrevieron a saltear el derecho de patentes en lo peor del default, que hubiera significado el abaratamiento del precio de los medicamentos.
El gobierno peronista se negó a desconocer a los monopolios farmacéuticos y la posibilidad de producir medicamentos en laboratorios del estado, bajo el control de sus trabajadores y de toda la población movilizada durante el Argentinazo.
El gobierno de Duhalde optó por la “caja de medicamentos” y la prescripción por nombre genérico sin tocar los intereses capitalistas, y más aún, generando un mercado de productos de segunda línea para pobres.
Cristina recorre el mismo camino con la inexistente aún, vacuna contra la gripe A.
El reclamo de la presidenta no supera el discurso.
El desconocimiento de la ley de patentes y de los acuerdos internacionales que benefician a los capitalistas es una tarea que el kirchnerismo jamás podrá cumplir.

Luis Trombetta

No hay comentarios.: