por Luis Trombetta
para Tribuna de Salud
La intervención en las elecciones gremiales en la AMM plantea la necesidad de presentar un programa no sólo de reivindicaciones de orden gremial, sino de alcance estratégico para la salud de la Ciudad.
El reclamo de un mínimo salarial de $4500 ajustado por la inflación y el 82% móvil para las jubilaciones, apunta en esa dirección ya que objetivamente enfrenta los topes salariales impuestos por el gobierno nacional que cuenta con el apoyo de la burocracia sindical de las centrales obreras y para la ejecución de una política liquidadora de los haberes de los jubilados.
Sin embargo, estas consignas deberían unificar la discusión junto con los reclamos de nombramientos, abastecimientos de insumos y recursos tecnológicos, en torno al presupuesto de salud.
Es decir que estos reclamos no podrán materializarse sino a través de la triplicación del presupuesto de salud para la Ciudad.
La cuestión del financiamiento del estado porteño para satisfacer los reclamos de los trabajadores de la salud, de los jubilados, de las necesidades de abastecimiento, el mantenimiento de los edificios y del recurso tecnológico, la incorporación de nueva tecnología diagnóstica, es decir, del abastecimiento completo de la estructura de salud de la Ciudad, exige abordar la discusión del presupuesto, que arrastra un déficit estructural profundizado a partir de la crisis del 2001 que significó la devaluación del 300% y que ha ido agravándose en la medida del crecimiento de la inflación inclusive en moneda extranjera y del achicamiento operado por las distintas administraciones políticas de la Ciudad.
El otro aspecto a señalar se refiere al cierre y compactación de hospitales, a la privatización y tercerización de servicios, incluyendo la atención de la salud mental en la Ciudad, los convenios con las Universidades Privadas, verdadera privatización del hospital para la enseñanza de grado y post grado de las carreras de ciencias médicas.
En conjunto, la política de Macri para la salud de la Ciudad se orienta a la privatización del hospital público.
Estos son los pilares centrales de su política sanitaria para la Ciudad: ajuste presupuestario y privatización del hospital público.
Por este motivo, entendemos que la satisfacción de las demandas laborales y salariales y el objetivo de un hospital público, gratuito y de acceso universal se enfrenta con la política de Macri.
En este escenario, la burocracia sindical se adapta a los límites que impone el gobierno, preservando su propia existencia: inmoviliza a los trabajadores y bloquea los intentos de poner en pie un programa de lucha.
En resumen, el contenido estratégico del programa para las elecciones gremiales en la AMM, debería contener en primer lugar una caracterización sobre la política del gobierno de Macri.
De esta manera, los reclamos gremiales estarían dirigidos a la patronal del estado, dejando en evidencia el accionar disciplinante de la burocracia, ante la movilización independiente de los trabajadores.
Recuperar el gremio para los trabajadores, significa recuperar la organización de lucha para enfrentar la política patronal de ajuste y privatización de la salud que lleva adelante el gobierno de Macri.
La intervención en las elecciones gremiales en la AMM plantea la necesidad de presentar un programa no sólo de reivindicaciones de orden gremial, sino de alcance estratégico para la salud de la Ciudad.
El reclamo de un mínimo salarial de $4500 ajustado por la inflación y el 82% móvil para las jubilaciones, apunta en esa dirección ya que objetivamente enfrenta los topes salariales impuestos por el gobierno nacional que cuenta con el apoyo de la burocracia sindical de las centrales obreras y para la ejecución de una política liquidadora de los haberes de los jubilados.
Sin embargo, estas consignas deberían unificar la discusión junto con los reclamos de nombramientos, abastecimientos de insumos y recursos tecnológicos, en torno al presupuesto de salud.
Es decir que estos reclamos no podrán materializarse sino a través de la triplicación del presupuesto de salud para la Ciudad.
La cuestión del financiamiento del estado porteño para satisfacer los reclamos de los trabajadores de la salud, de los jubilados, de las necesidades de abastecimiento, el mantenimiento de los edificios y del recurso tecnológico, la incorporación de nueva tecnología diagnóstica, es decir, del abastecimiento completo de la estructura de salud de la Ciudad, exige abordar la discusión del presupuesto, que arrastra un déficit estructural profundizado a partir de la crisis del 2001 que significó la devaluación del 300% y que ha ido agravándose en la medida del crecimiento de la inflación inclusive en moneda extranjera y del achicamiento operado por las distintas administraciones políticas de la Ciudad.
El otro aspecto a señalar se refiere al cierre y compactación de hospitales, a la privatización y tercerización de servicios, incluyendo la atención de la salud mental en la Ciudad, los convenios con las Universidades Privadas, verdadera privatización del hospital para la enseñanza de grado y post grado de las carreras de ciencias médicas.
En conjunto, la política de Macri para la salud de la Ciudad se orienta a la privatización del hospital público.
Estos son los pilares centrales de su política sanitaria para la Ciudad: ajuste presupuestario y privatización del hospital público.
Por este motivo, entendemos que la satisfacción de las demandas laborales y salariales y el objetivo de un hospital público, gratuito y de acceso universal se enfrenta con la política de Macri.
En este escenario, la burocracia sindical se adapta a los límites que impone el gobierno, preservando su propia existencia: inmoviliza a los trabajadores y bloquea los intentos de poner en pie un programa de lucha.
En resumen, el contenido estratégico del programa para las elecciones gremiales en la AMM, debería contener en primer lugar una caracterización sobre la política del gobierno de Macri.
De esta manera, los reclamos gremiales estarían dirigidos a la patronal del estado, dejando en evidencia el accionar disciplinante de la burocracia, ante la movilización independiente de los trabajadores.
Recuperar el gremio para los trabajadores, significa recuperar la organización de lucha para enfrentar la política patronal de ajuste y privatización de la salud que lleva adelante el gobierno de Macri.
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