Publicación: 05/05/2011Temática: Politica
MARCELO RAMAL
“Macri es una versión agravada de Telerman e Ibarra”
El primer candidato a diputado por Capital del Frente de Izquierda analiza a fondo temas cruciales de la Ciudad y de la relación con la Nación, y recuerda los aportes que hizo Jorge Altamira cuando cubrió el mismo puesto al que ahora se postula.
Por Clarisa Ercolano
El Frente de Izquierda que conformaron el Partido Obrero, el Partido de los Trabajadores Socialistas e Izquierda Socialista competirá en la Nación y en la Ciudad. El histórico dirigente del PO Jorge Altamira se postula como candidato a presidente y como primer candidato a legislador de la Ciudad va Marcelo Ramal, también del PO, quien estará secundado por Claudio Dellecarbornara, delegado de la línea B del Subte del PTS.
Noticias Urbanas entrevistó a Ramal, quien no ahorró críticas a la gestión macrista y aseguró que el enfrentamiento con el estado nacional es una pantomima. Además, explicó que medidas llevarían adelante en caso de acceder a bancas en la legislatura porteña.
Noticias Urbanas: -En el 2003 ya advertías sobre lo que pasaría con el Colón y con el Instituto de Vivienda. ¿Cómo te anticipaste tanto?Marcelo Ramal: -Porque tuvimos una caracterización de los intereses sociales que manejan la Ciudad, que son los del capital financiero e inmobiliario, los del juego y el turismo. Esos intereses ya gobernaron con Ibarra y Telerman, Macri es sólo una versión agravada de ellos. La destrucción del Instituto de Vivienda y la liquidación de toda perspectiva de vivienda popular es un largo proceso, que iniciaron los supuestos “progresistas” que gobernaron hasta el 2005. El mismo derrotero recorrió el Colón: cuando Altamira fue legislador, defendimos en numerosas oportunidades a los trabajadores del teatro, contra la manipulación de sus condiciones laborales. La “anticipación”, entonces, no es sólo el resultado de un análisis, sino también de haber librado una lucha política.
NU: -¿Por qué querés ser legislador por la ciudad de Buenos Aires?MR: -La tribuna parlamentaria del Frente de Izquierda va a desenmascarar los vínculos de hierro de los bloques legislativos, incluido a los centroizquierdistas, con los “dueños” de la Ciudad; vamos a asumir la defensa de las reivindicaciones de los trabajadores y vecinos contra los liquidadores de la salud y la educación y los privatizadores del espacio público. Sobre esta base, la banca del Frente va a ser un factor de clarificación y organización política de trabajadores y luchadores. Ya lo hicimos con Altamira entre 2000 y 2003, cuando conquistamos la jornada de seis horas en el subte y presentamos iniciativas fundamentales en defensa del hospital público, la urbanización de villas o las fábricas ocupadas por sus trabajadores.
NU: -¿Cuál sería el primer proyecto de ley que elevarías?MR: -La supresión de la autarquía de las grandes cajas paralelas de la Ciudad, o sea, las Corporaciones Puerto Madero y del Sur, AUSA y el Banco Ciudad, cuyos recursos cuadruplican al presupuesto regular y están al servicio de políticas expulsivas, contaminantes y privatizadoras. A partir de esa medida, planteamos la constitución de un presupuesto único, que sirva para un plan urbano de reconstrucción del sistema hospitalario y educativo, la vivienda popular y el desarrollo de espacios verdes y culturales de carácter público. Plantearemos un salario mínimo en la Ciudad de 5000 pesos actualizable por inflación.
NU: -La Ciudad y el Estado nacional van de enfrentamiento en enfrentamiento, desde tu visión, ¿por qué pasa esto?MR: -Antes de hablar de los enfrentamientos, digamos que Ciudad y el Estado nacional -o sea, el gobierno kirchnerista- han tenido en estos años coincidencias de fondo. Lo demuestra la votación conjunta en la Legislatura del remate de terrenos públicos –Catalinas Norte-, la ley privatista de autarquía del Colón o la creación de la policía metropolitana. Los “cajas paralelas” que mencioné antes, desde el Ciudad hasta Puerto Madero, son administradas por directorios macro-kirchneristas. Las disputas existen en este marco, como en los directorios de cualquier empresa.
NU: -¿Qué opinión tenés del Pro y del kirchnerismo respectivamente?MR: -El Pro representa una tentativa de llevar hasta el final la entrega de la ciudad al capital financiero. Pero ha fracasado en dos sentidos. Primero, porque no pudo derrotar a quienes lo enfrentaron, segundo, porque su tentativa de armar un “festival de obras” en base al endeudamiento público fue drásticamente limitado por la crisis mundial. En el orden nacional, el kirchnerismo ha gobernado en estos años para rescatar al capital, en las condiciones impuestas por el default y la rebelión popular del 2001. En función de ese objetivo, consolidó el trabajo precario en un orden del 45% de la fuerza laboral, al tiempo que mantiene al 75% de los jubilados por debajo de la línea de pobreza; ello, mientras los fondos del Anses pagan la deuda externa y subsidian a diferentes grupos empresarios. En la Ciudad, el kirchnerismo porteño es una de las esquirlas del gobierno de Ibarra, comenzando por el propio Filmus.
NU: -¿Por qué un frente de izquierda no se une por ejemplo con Proyecto Sur?MR: -Proyecto Sur reconoce como sus principales aliados a Luis Juez y a Hermes Binner, que tienen vínculos profundos con los monopolios automotrices, en el primer caso, y con el capital sojero, en el de Binner. Solanas se bajó de la candidatura presidencial para no obstaculizar la formación del frente que todos ellos discuten con Alfonsín. En la Ciudad, Solanas recogerá a otra parte de las esquirlas del ibarrismo, o sea, del elenco político que condujo a Cromañón. Lozano, en definitiva, llegó al congreso nacional de la mano de Ibarra. El Frente de Izquierda, por el contrario, no es colectora de ninguna de las variantes capitalistas que se disputan la sucesión presidencial.
NU: -¿Es viable la Policía Metropolitana tal como está?MR: -La Metropolitana nació de las entrañas de la sospechada Federal, comenzando por su fundador y jefe de espías, Fino Palacios. El kirchnerismo, a través de Nilda Garré, se ha lanzado a un operativo de recambio cosmético de los comisarios porteños, pero que no hurga en el financiamiento de la corrupción policial. La superación de la inseguridad urbana exige la superación social y política del régimen que la alimenta desde arriba. Luego, y en reemplazo de los actuales aparatos de represión, debería debatirse la constitución de una fuerza ciudadana seleccionada por organizaciones obreras, vecinales y de derechos humanos, y que rindan cuenta ante ellos de un modo sistemático.
NU: -¿Cuál es su planteo de salida a la crisis habitacional? MR: -En primer lugar, disponer de todos los terrenos de la Corporación del Sur, para emprender una urbanización y viviendas de carácter social, a un costo que no supere el 10% del salario promedio. Sobre esa base, la construcción de un mínimo de 5000 viviendas por año, que debería financiarse de tres maneras: una, la ya mencionada integración de los recursos de AUSA, las Corporaciones y el Banco Ciudad en un presupuesto único; dos, la aplicación de un impuesto extraordinario y progresivo a las grandes empresas con sede en la Ciudad, a la segunda o más propiedades registradas por un mismo titular, y a las grandes desarrolladoras inmobiliarias; tres, el otorgamiento de créditos a tasa cero para la compra de viviendas, que el Banco Ciudad podría recuperar con la recaudación impositiva que genere el propio plan de viviendas. Las viviendas populares, a su turno, deben ser sometidas a un control sobre la calidad y costos constructivos a cargo de vecinos electos. Un impulso a la urbanización de esta magnitud debe contemplar también la rehabilitación de los parques y plazas de la Ciudad, la construcción de polideportivos y centros culturales, y un plan de reactivación de los clubes de barrio.
