Frente a las elecciones en la AMM
Por Tribuna de Salud
La política trazada por el Banco Mundial, dirigida a la privatización de la Salud Pública, a la que adhirieron todos los gobiernos desde la dictadura militar a esta parte y que el gobierno de Macri pretende llevar a su máximo desarrollo, es la responsable de la reducción y precarización del personal de salud, del deterioro edilicio y del vaciamiento de insumos y equipamiento hospitalario.
La política trazada por el Banco Mundial, dirigida a la privatización de la Salud Pública, a la que adhirieron todos los gobiernos desde la dictadura militar a esta parte y que el gobierno de Macri pretende llevar a su máximo desarrollo, es la responsable de la reducción y precarización del personal de salud, del deterioro edilicio y del vaciamiento de insumos y equipamiento hospitalario.
En el año 2000 la Ley 471(Ley del Empleo Público de la Ciudad de Buenos Aires) flexibilizó las condiciones laborales de los trabajadores del gobierno de la Ciudad, y en el 2005 el Acta paritaria Nº18 suscripta por la Asociación de Médicos Municipales extendió su alcance a los profesionales de la salud porteña.
El gobierno de Macri se orienta a la profundización de las medidas dirigidas a la privatización de la salud y del hospital público.
No hay nombramientos ni concursos para la dotación de la planta estable.
Se niega el 82% para el haber jubilatorio al mismo tiempo que se establece un plan de jubilaciones anticipadas que repite la experiencia de los retiros voluntarios.
Se programa la compactación de hospitales, ocultando un proyecto de especulación inmobiliaria dirigida a la enajenación del espacio público, a favor de su privatización.
Se perfecciona la tercerización de servicios como el cobro y la facturación de los hospitales, y se transfiere al sector privado el otorgamiento de las libretas sanitarias.
Se sub ejecuta el presupuesto de Salud.
Se profundiza el deterioro edilicio.
Continúa el desabastecimiento de insumos y la falta de tecnología de diagnóstico médico (TAC, RMN, etc)
La centralización de las compras hospitalarias dirigida a reducir el gasto público en salud, ha dado paso al desabastecimiento de insumos hospitalarios poniendo el peligro la asistencia de la población y comprometiendo la responsabilidad de los profesionales.
La obsolescencia de los equipos de diagnóstico, la falta de designaciones de profesionales médicos y no médicos, técnicos, enfermeros y personal del escalafón general expresan la política de vaciamiento del hospital público.
El proyecto de cierre de los hospitales Borda y Moyano, la construcción del Parque Cívico y el Parque Lineal del Sur, la compactación de los hospitales Udaondo y Ferrer en los terrenos del Muñiz, son el inicio de la privatización de la salud porteña.
Los acuerdos firmados con las Universidades privadas profundizan la política de privatización de los hospitales públicos, en detrimento de la formación de nuevos profesionales provenientes de las Facultades públicas; atienden a los negocios privados en los hospitales públicos.
La política instrumentada en el hospital público no es un hecho aislado, sino que acompaña a las medidas adoptadas para la educación pública, la cultura, la seguridad de los espacios públicos (hospitales y centros de salud) y la vivienda (la especulación inmobiliaria).
El vaciamiento del hospital público es la consecuencia del primer año de gestión macrista.
La Asociación de Médicos Municipales se ha disciplinado como con Ibarra y Telerman, a la política de Macri.
Tras las críticas a Stern, la AMM continuó apoyando a Ibarra.
Con Telerman saludó a De Micheli y a Spaccavento, y con Lemus – Macri alcanza el máximo nivel de integración al gobierno, con dirigentes gremiales de primer orden que saltaron a la función pública en áreas estratégicas de la Ciudad.
A la hora de la aprobación anual de la Memoria y Balance, las cuentas encierran gastos jamás discriminados públicamente y con una memoria retórica, las bases del gremio desconocen el accionar de su conducción, que se encuentran ausentes de las decisiones gremiales que deberían ser tomadas por las asambleas hospitalarias.
Es una burocracia que arremete contra los médicos que reclaman sus salarios y rechazan los límites impuestos por el gobierno, como ocurrió en el hospital Gutiérrez, en el que la filial médica local se alineó con los funcionarios oficialistas, intentando cerrar el paso a la movilización de los trabajadores.
En el presente y en el horizonte de la AMM, la lucha contra los planes privatizadores del macrismo, será el eje del reagrupamiento de los médicos, de frente a las elecciones gremiales del 2009.
Frente a las elecciones en la Asociación de Médicos Municipales, este es nuestro programa:
Salario de ingreso a la carrera de $ 4500 ajustado por inflación.
Nombramientos y cobertura de todas las vacantes de personal.
82% móvil para las jubilaciones.
No al cierre, no a la compactación de hospitales.
Por los reclamos de residentes y concurrentes. Basta de profesionales sin sueldo.
No a la privatización del área de facturación de los hospitales, no a la tercerización de servicios.
Cobertura integral de insumos y equipamiento tecnológico para el pleno funcionamiento de los hospitales y centros de salud porteños.
Todos los cargos por concurso, no a las comisiones asesoras.
No a la discriminatoria "ley de cobertura porteña".
Derogación de la ley 471.
No al Colegio Médico en la Ciudad.
No a la privatización de la enseñanza en los hospitales públicos.
No a la desjerarquización, no a la destrucción de la salud mental publica hospitalaria.
No a la liquidación del hospital y la salud pública y gratuita.
Basta de censura. No a la persecución de los trabajadores que luchan.
Tribuna de Salud
Diciembre de 2008
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