Verbitzky ya señaló sus diferencias, pero más como una advertencia que como una denuncia.
Berni le contestó en la TV, que funcionarios del CELS operan conjuntamente con él.
Berni no tiene filtro, por eso es el elegido.
Actúa y después justifica con un discurso que lejos de enaltecerlo en una tarea virtuosa, lo embrutece más.
Berni es la forma descarada de un discurso fascista, en su versión más concreta: el ataque a los obreros que enfrentan la ofensiva patronal. Ni siquiera discute el método de protesta. Definitivamente ataca la protesta.
Berni es la señal indispensable que ofrece al gobierno a la patronal local, a los esperados y ansiados inversores extranjeros y a la burocracia sindical: como dijo CFK, sino paran a los obreros, vendrán por ellos.
En ese acuerdo entre kirchneristas, patrones y burócratas, los diarios que tanto combate el relato K, aparecen como observadores o justificadores.
¿No deberían preguntarse los muchachos que defienden al kirchnerismo, porque La Nación, Clarín y Magnetto no se hacen una fiesta con Berni y los gendarmes infiltrados, al estilo del banquete que saborean con Boudou?
La respuesta esta en que nac&pop y patrones, tienen un enemigo común: los obreros que protestan, cortan calles y rutas y desobedecen a la burocracia sindical.
Les dejo un artículo de La Nación que reproduce los dichos de Larroque justificando a Berni.